
Niñas deambulaban por las calles mientras a sus padres les pedían dinero
TOLUCA, Edomex., 26 de mayo de 2023.- Hace siete años Alberto Herrera perdió la vista de manera repentina, lo que representó un fuerte golpe a su autoestima y desarrollo; pero en la práctica del yoga encontró un camino para seguir con una vida normal, por lo que ahora comparte con otras personas invidentes su experiencia.
El tener una discapacidad adquirida, dijo, es más complicado pues durante 46 años vió perfectamente bien, conducía y ejercía su licenciatura en informática administrativa, “estaba dedicado al área de sistemas, entonces todo era completamente visual, en computadoras; en 15 días perdí complemente la visión, fue un choque, fue como reiniciar toda una situación de vida”, dijo.
Luego de adquirir su discapacidad a causa de un virus, llegó a la fundación Vemos con el Corazón para recibir rehabilitación y poder integrarse a actividades cotidianas; una de las clases fue el yoga, poco después lo invitaron a ser instructor y al año logró certificarse.
El ejercicio y la filosofía de vida que conjunta el yoga le ayudó a que su vida fuera más fácil y es lo que ahora le gusta competir a sus alumnos; personas que como él, tienen discapacidad visual y requieren de un apoyo, “me gusta motivarlos y que sepan que si yo pude, ellos también pueden”, expresó.
Además de impartir clases a sus compañeros de la fundación, da clases en Lerma, siendo así una actividad redituable económicamente que le permite ser independiente.
“Vivo solo, tengo mi propia vida, puedo hacer mi comida, vestirme, arreglarme, limpiar mi casa… con mi discapacidad visual descubrí que mi cuerpo es tan perfecto que me da oportunidad de hacer las cosas que hacía, subió mi nivel de felicidad”, añadió, para finalmente invitar a todas las personas con discapacidad a no rendirse, y si lo desean acercarse a él.