Teléfono rojo
La capirucha, el bacheo y un peatón sin defensa
Aquí estaría don Regino Burrón con su discreta presencia, dando pie a que doña Borola se balanceara feliz en su flacura, por las calles llenas de baches de la capirucha. Nos imaginamos las expresiones de la digna señora mientras sus piernas de popote se torcían al enrolarse en un bache que según los expertos de la CDMX, deberían de ser inmunes con el asfalto de Pemex. No mencionan la brutalidad del tránsito, los enormes trailers que se meten hasta el más pequeño rincón sin que se controle su arribo. La belleza de las calles cedió hace mucho tiempo en la gran capital porque algunos alcaldes prefieren poner más énfasis en el negocio inmobiliario, que en la corrección del tránsito. Y eso que las banquetas no han sido tomadas en cuenta en el proyecto de la actual administración capitalina, el famoso Bachetón, que están igual o peores que los baches en algunas zonas.
LOS BACHES TIENE MUCHOS ORÍGENES; HAY QUE ENFRENTARLOS
Con sentido del humor desde la Secretaría de Obras y Servicios Públicos, su titular Raul Basulto Luviano, habla de posibles cien mil hoyancos de ese tipo, que ocasionan molestias al ciudadano y a veces graves y fatales accidentes a los que transitan en vehículos. Pero lo que llama la atención es esa insistencia de poblar ya en exceso a la ciudad, de tanto vehículo. Se supone que un buen transporte público sirve precisamente para disminuir los vehículos privados, pero hay una obstinación no solo del ciudadano, sino de las autoridades de aumentar lo que a nivel administrativo produce entradas. Los permisos que se dan en forma permanente a motocicletas, y ahora a patines y bicicletas motorizadas, es el reconocimiento de que el transporte público no está funcionando en lo suficiente y que ello propicia entradas económicas que de nada sirven al ciudadano si crean más problemas. A diario se critica el uso de la motos y no hay un programa que las pare. Si aparte se aumenta a nuevos vehículos, no hay para donde hacerse.
DEBE FINCARSE RESPONSABILIDAD A ALCALDÍAS EN ACCIDENTES PREVISTOS
Los accidentes de tránsito van en aumento en la capital y desde luego están relacionados con el aumento de vehículos y con la impericia y el abuso de los conductores. A ello se agregan los baches. Si hay un clamor público para que se controle esa situación, debería de tomarse en cuenta la denuncia a tiempo para casos de accidente, para fincar responsabilidades a la autoridad del caso. El problema se agudiza en las alcaldías que rodean el centro, la propia Cuauhtémoc en donde está, la Benito Juárez, la Venustiano Carranza, Tlálpan y Gustavo A. Madero, ya mencionadas en forma permanente. En la Benito Juárez por ejemplo, las propias banquetas pueden generar esos accidentes porque en la movilización peatonal en malos tramos, el viadante va sorteando lo malo del piso sin percibir que atrás viene una bicicleta que se subió y lo puede atropellar. Triste ejemplo personal de esos casos, puedo decir que por esas inconsecuencias oficiales de falta de vigilancia, sobre todo en la Benito Juárez, soy una entre muchas personas a las que ya atropelló un carro y una bicicleta y se cayó en un bache con resultados no precisamente buenos. La experiencia habla.