La Polémica | Condenan asesinato de periodista mexiquense
Junto al trabajo, los dos derechos humanos de carácter social más importantes sin duda alguna son la Educación y la Salud. Una nación con educación y salud es el espacio material donde el bienestar y la prosperidad son posibles, salud y educación contribuyen significativamente a la igualdad social. La unión de salud y educación se logran en la escuela, ahí donde los niños aprenden los hábitos fundamentales para su desarrollo futuro.
La educación para la salud es fundamental porque promueve el autocuidado, fomenta hábitos saludables como la buena alimentación, el ejercicio regular y la prevención de enfermedades. Ciudadanos con educación para la salud son personas empoderadas con conocimientos que les permiten tomar decisiones informadas sobre su salud.
En México, desde hace 40 años, vivimos una crisis de las enfermedades crónico degenerativas (diabetes, hipertensión arterial, obesidad, cáncer, artritis reumatoide, insuficiencia renal entre otras), atenderlas es vital, pero prevenirlas es un asunto de seguridad nacional. La educación para la salud reduce significativamente su impacto al educar a niñas y niños sobre factores de riesgo como tabaquismo, obesidad, sedentarismo, la carencia de higiene y las adicciones entre otras.
A nivel mundial está probado que los países que han invertido en educación para la salud han disminuido la expansión de muchas enfermedades como es el caso de Finlandia cuyas políticas públicas tienen un enfoque integral en salud desde edades tempranas en su sistema educativo con programas como el de prevención de obesidad infantil que son referencia global. Japón que tiene un modelo muy relevante de educación nutricional en escuelas (shokuiku) y en promoción de estilos de vida activos. Canadá que ha desarrollado un programa integral de educación en salud mental y física en el currículum de las escuelas públicas que fomentan estilos de vida saludables. En las escuelas de Suecia se promueve permanentemente las actividades físicas y las dietas balanceadas. Dinamarca por su parte se destaca por su enfoque integral en la educación para la salud, implementando programas que promueven hábitos saludables y previenen enfermedades desde edades tempranas, desde la educación primaria, se incorporan temas de salud, nutrición y bienestar en las asignaturas, fomentando una comprensión temprana de la importancia de mantener un estilo de vida saludable.
La educación para la salud es clave para reducir la incidencia de enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Estudios a nivel internacional muestran que la prevención primaria puede disminuir hasta en un 80% la probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas con cambios de estilo de vida. La detección temprana, que reduce complicaciones y costos asociados al tratamiento de enfermedades, y la conciencia pública mediante la educación para la salud en todos los niveles escolares está plenamente demostrado que son las vías que una Nación debe seguir en la ruta de una real prosperidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza que la educación para la salud debe ser accesible y equitativa, al incluir a comunidades marginadas y vulnerables (los más pobres) y promover alfabetización en salud; ha de iniciarse desde la infancia incluyendo temas de salud en el currículo escolar desde edades tempranas y el fomento de estilos de vida saludables en niñas, niños y adolescentes.
La educación para la salud no solo mejora la calidad de vida, sino que también reduce significativamente los costos y la saturación de servicios asociados al tratamiento de enfermedades en los sistemas de salud. Por ello, es vital que las secretarías de Educación, Salud y los gobiernos de los Estados y la Ciudad de México impulsen un programa conjunto para la educación en salud en todo el país.