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En Culiacán, Sinaloa, cientos de personas participaron en una movilización para exigir justicia por el asesinato de los niños Gael y Alexander Sarmiento Ruiz y su padre, Antonio de Jesús Sarmiento. La marcha también expresó el descontento generalizado ante la violencia que afecta al estado.
El contingente, integrado por familiares, amigos, maestros y ciudadanos, se desplazó desde la calle Aguilar Barraza hasta el centro de la ciudad. Vestidos de blanco y portando globos y pancartas, los manifestantes expresaron su dolor e indignación, exigiendo justicia para las víctimas y una respuesta efectiva de las autoridades. Consignas como “Ningún inocente más” y “Con los niños no” resonaron a lo largo de la marcha, evidenciando el hartazgo de la población ante los altos niveles de inseguridad.
El Palacio de Gobierno se convirtió en el punto central de la protesta. Los manifestantes reclamaron ser atendidos directamente por el gobernador Rubén Rocha Moya, a quien responsabilizan de la situación de violencia en Sinaloa. En redes sociales circularon videos que captaron el momento en que las puertas del edificio fueron forzadas, reflejando la frustración de los asistentes ante la falta de respuesta de las autoridades.
Los participantes también realizaron un homenaje simbólico en memoria de las víctimas, liberando globos blancos al cielo. Este gesto buscó transmitir un mensaje de esperanza y clamor por la paz en una región afectada por frecuentes episodios de violencia, incluidos enfrentamientos armados y desapariciones forzadas.
En los últimos meses, Sinaloa ha enfrentado un notable aumento en los actos de violencia, lo que ha generado un clima de temor e incertidumbre entre sus habitantes. Los manifestantes demandaron acciones concretas por parte del gobierno estatal para devolver la tranquilidad a la entidad.
Hasta ahora, el gobernador Rocha Moya no ha emitido comentarios públicos respecto a las demandas de los ciudadanos ni sobre los hechos ocurridos durante la protesta. El llamado a la justicia y la seguridad en Sinaloa permanece como una prioridad urgente para la sociedad civil.