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CIUDAD DE MÉXICO, 25 de febrero de 2025.- De acuerdo con la Auditoria Superior de la Federación, El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enfrenta observaciones por un monto superior a los mil 242 millones de pesos, vinculadas con presuntos desvíos en la implementación del Servicio Médico Integral de Estudios de Laboratorio Clínico y de Anestesia.
La ASF documentó que los recursos asignados a este programa fueron utilizados para cubrir deudas de años anteriores y financiar otros proyectos, sin que existiera evidencia documental que justificara estos movimientos. Esta situación, según el informe, habría puesto en riesgo la vida de varios pacientes.
Por su parte, la Comisión nacional de Derechos Humanos se había pronunciado sobre los servicios subrogados y la responsabilidad del instituto. De acuerdo con el criterio derivado de la recomendación 44/2022, que la Comisión Nacional de Derechos Humanos dirigió al IMSS en febrero de 2022, la institución de salud no puede excusarse de su responsabilidad cuando el particular al que encarga un servicio comete errores que causan perjuicio al usuario.
Ya en las giras de trabajo de la presidenta se ha hecho evidente el descontento de la población y la corrupción dentro del instituto, razón por la cual, dentro de este contexto, el IMSS, por instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum inició la implementación para fortalecer los sistemas de salud estatales y federales, con el fin de garantizar una mejor atención médica a la población; para ello, publicó la investigación de mercado IM 025-25 para la adquisición de unidades de última generación de imagenología y radioterapia.
Malas prácticas que siguen arraigadas
A pesar de las instrucciones de la presidenta y las nuevas políticas por mejorar los servicios médicos en el IMSS, parece que las malas prácticas en la adquisición de bienes siguen arraigadas desde las áreas donde se genera la necesidad (Coordinación de Planeación de Servicios Médicos de Apoyo); ello a través de licitaciones cerradas que contravienen lo establecido por la Ley de Adquisiciones.
La misma auditoria ya había realizado observaciones en la revisión de la Cuenta Pública 2021 a la Coordinación de Planeación de Servicios Médicos de Apoyo, área que actuó como administradora de la contratación de los servicios integrales requeridos, con el apoyo de los titulares de los Órganos de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD), por conducto de las Jefaturas de Prestaciones Médicas, y las demás áreas auxiliares en la administración del IMSS.
Como resultado de la aplicación de los procedimientos de auditoría, se determinó que el IMSS no emitió bases de datos o reportes consolidados en forma institucional de los contratos suscritos, ya que carece de un sistema que permita generarlos de esa manera.
Este esquema de trabajo se refleja en la adquisición de 17 angiógrafos que se estarían licitando; basta con revisar las cédulas de especificaciones, donde se solicita que el sistema de poligrafía sea de la misma marca que del angiógrafo, y sólo un proveedor (Philips) cumple este requisito; lo que parecería una licitación a modo.
Lo mismo aplica en la solicitud de 41 tomografías axiales computarizadas de alta resolución; equipos que permiten visualizar las estructuras internas del cuerpo humano con gran precisión, donde entre mayor el número de cortes, mejor la calidad del diagnóstico. De esta forma, pareciera acertado contar con un mayor número de cortes, pero, los funcionarios del IMSS, así como el asesor preferido de la Dirección General (ex diputado acusado de falsificar documentos para acreditarse como miembro de un pueblo originario) que también lideró las contrataciones de servicios médicos integrales durante 2023 (hoy con observaciones de la ASF por posibles desfalcos de mil 242 millones de pesos), ¿estarán consientes que las especificaciones solicitadas limitan la participación a un grupo reducido de empresas? Asimismo, que la interpretación de este tipo de imágenes requiere de hospitales con la especialidad adecuada pare evitar que los equipos sean subutilizados y, particularmente, tengan altos costos de mantenimiento en los años subsecuentes, dejando de priorizar el mantenimiento necesario de los elevadores que día a día ponen en riesgo la vida de los derechohabientes y de los mismos trabajadores del IMSS.
De dónde sacarán especialistas
El IMSS cuenta con 25 Unidades Médicas de Alta Especialidad (UMAE), donde se encuentran los mejores especialistas del país. Estas unidades cuentan con las condiciones para recibir este tipo de tomógrafos; sin embargo, qué pasará con el resto de los hospitales de segundo nivel ¿Se tendrá conocimiento de la necesidad presupuestal para atender los mantenimientos, así como la contratación de más médicos especialistas o incluso nuevas salas de especialidades?
En este orden de ideas, la investigación de mercado publicada el 24 de febrero de 2025, “obvió” el listado de los puntos de entrega e instalación de estos nuevos equipos médicos. Requisito indispensable para que los posibles proveedores puedan cotizar un precio. ¿Será que todos los proveedores conocen las ubicaciones de la instalación, o solo unos cuantos?
México, entre los más corruptos
La Auditoria Superior de la Federación, publicada el 20 de febrero de 2025, detectó que el IMSS no cuenta con la totalidad de la documentación comprobatoria y justificativa que acredite y ampare, que los Servicios Médicos Integrales de Estudios de Laboratorio Clínico y de Anestesia, fueron llevados a cabo y recibidos conforme a lo establecido en los contratos.
Al respecto, es importante señalar que recientemente se publicó el índice de Transparencia Internacional, que coloca a México en la posición 140 de 180, a la altura de Iraq, Uganda o Nigeria, respecto del combate a la corrupción. Pareciera que el IMSS sigue poniendo de su parte para seguir bajando en el este ranking. Hay que recordar que la Auditoría Superior de la Federación solicitó aclarar el destino de mil 242 millones de pesos en la contratación de empresas para la prestación de servicios de estudios clínicos y de anestesia; identificando servicios a medias o con incumplimientos.
Es desear que en la adquisición de equipo médico no suceda lo mismo; esto es, que en papel se tengan tecnologías de última generación y, en la práctica, tratamientos vacíos, equipos subutilizados y llenas las bolsas de quienes coordinan las compras.