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TOLUCA, Edomex., 16 de mayo de 2025.- Con la llegada de la temporada más calurosa del año, el Estado de México enfrenta un aumento preocupante en casos de enfermedades diarreicas y respiratorias agudas. Las altas temperaturas, que se extienden de marzo a agosto, han provocado un repunte del 10 al 15 por ciento en estos padecimientos, de acuerdo con el director del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (Cevece), Víctor Manuel Torres Meza.
Aunque el incremento está dentro de los márgenes esperados, las autoridades han intensificado las campañas de prevención en los 125 municipios del estado. El enfoque se centra en las regiones más vulnerables, como el sur del Edomex —donde municipios como Tejupilco, Luvianos, Tenancingo y Valle de Bravo registran hasta 40 grados—, así como en zonas urbanas densamente pobladas como Ecatepec, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, conocidas como islas de calor urbano.
Las altas temperaturas no solo afectan a las regiones cálidas del sur del estado; también impactan a zonas con poca vegetación, como los grandes municipios del oriente de la entidad. La falta de áreas verdes potencia el fenómeno del calor urbano, afectando la salud de miles de mexiquenses. En el norte del estado, algunas comunidades indígenas también resienten los efectos del calor extremo.
“El golpe de calor, la deshidratación y las quemaduras solares son los principales riesgos de esta temporada”, indicó Torres Meza, quien señaló que, afortunadamente, en los últimos años no se han registrado golpes de calor graves; sin embargo, el riesgo persiste, especialmente en personas que realizan actividades al aire libre entre las 11 del día a las 15 horas, cuando el Sol es más intenso.
Según el Cevece, las enfermedades diarreicas aumentan porque los alimentos se descomponen más rápido en el calor, y muchas personas los consumen en la vía pública sin saber cómo fueron preparados. Por otro lado, las enfermedades respiratorias agudas también se incrementan debido al consumo de bebidas frías, como aguas frescas con hielo, lo que inflama las vías respiratorias.
En regiones como el Valle de Toluca y el Valle de México, los efectos se agravan con la temporada de ozono, lo cual potencia los síntomas del asma en niños y de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) en adultos mayores.
Los grupos más vulnerables al calor son los niños pequeños, los adultos mayores y las mujeres. Las autoridades sanitarias han emitido una serie de recomendaciones para evitar complicaciones, de las cuales destacan: la buena higiene, el consumo constante de agua, uso de protector solar, así como de gorros, sombreros o sombrillas; evitar el ejercicio al aire libre en horas de mayor riesgo, reducir el consumo alimentos en la calle y acudir al médico en caso de detectar síntomas de insolación.
Además, se ha pedido a las escuelas que realicen sus actividades físicas en horarios prudentes y así evitar la exposición al Sol del alumnado.
El director del Cevece advirtió que, una vez concluida la temporada de altas temperaturas, vendrá el periodo de lluvias, que traerá consigo otras enfermedades como el dengue y la chikungunya, transmitidas por vectores. Por ello, la prevención no se detiene y el monitoreo continúa durante todo el año.
Ante el impacto directo de las altas temperaturas en la salud pública, el llamado es claro: extremar precauciones, estar atentos a los síntomas y no bajar la guardia. La prevención sigue siendo la mejor defensa frente al calor extremo.