
México y el #Foro #Alicia en el País de las maravillas
Democracia.
Del griego Demos, pueblo; y Kratos, poder o gobierno, Poder del pueblo.
El pasado domingo vivimos el ejercicio inédito consistente en acudir a las urnas para votar y elegir a las personas juzgadoras integrantes del Poder Judicial Federal y 19 Poderes Judiciales locales.
Cerca de 13 millones de mexicanas y mexicanos salimos a cumplir con el llamado a participar cívicamente. Vale recordar lo establecido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: i) el Artículo 35 se consagra el derecho a votar y ser votado; ii) el Artículo 36 se consigna como una obligación de los ciudadanos el deber de votar en las elecciones que se convoquen; iii) el Artículo 41 mandata que el pueblo ejerce su soberanía a través de la elección de sus representantes; y iv) el Artículo 57 define que el voto es universal, libre, secreto y directo.
Tomemos en cuenta el contexto: una elección sumamente atacada, donde se votaron decenas de cargos, donde un día antes el Tribunal Electoral definió que no era ilegal usar acordeón, pero no por ello debía usarse de manera corporativa.
Con todo ello, la ciudadanía participó en un 13%. Una cifra mayor a la participación de la consulta popular de 2021 (para enjuiciar ex presidentes), similar a la revocación de mandato de 2022, y mayor a lo obtenido por los partidos opositores (PAN, 9.6 millones, PRI 5.7 millones) en la elección presidencial del año 2024. Es, por donde se mire, un ejercicio exitoso. No por ello deja de ser perfectible.
Para poner en contexto la participación ciudadana en este proceso, recordemos que en el año 2021 se realizó la consulta popular respecto del enjuiciamiento a expresidentes, en donde votaron poco más de 6.6 millones de personas; en el año 2022 se llevó a cabo el proceso sobre la revocación de mandato, en donde votaros 16.5 millones de personas; y el año pasado, en la elección presidencial, en donde la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo ganó con más de 33.2 millones de votos, ningún partido de oposición logro por sí mismo superar los 9.2 millones de votos.
Como se dijo, se trata de un proceso inédito, por lo tanto,advierto que se podrá mejorar en los siguientes temas:
1.- Selección de perfiles con base en los criterios de idoneidad. En la medida de lo posible, garantizar que todas las personas que aparezcan en las boletas tengan acreditada la experiencia y capacidad que ameriza el cargo por el cual participan.
2.- El Poder Judicial Federal deberá participar de forma decidida y sin regateos. Es deseable que el Poder Judicial actúe en cumplimiento de las disposiciones constitucionales aplicables.
3.- Regular de mejor manera las campañas de las personas candidatas, para asegurar que los electores conozcan sus trayectorias y propuestas.
4.- Revisar la distribución territorial de los distritos judicialestanto federal como local, de tal forma que para el elector resulte más fácil ejercer el derecho a votar.
5.- El uso de la tecnología que permita el voto en dispositivos digitales. Propongo que se analice la viabilidad del uso de la tecnología, tal vez que permita el voto anticipado y desde el extranjero, con acceso a mejores herramientas para conocer las trayectorias y plataformas de los candidatos.
Son nuevos tiempos para la República, donde la apertura democrática y las conquistas del pueblo conlleva más responsabilidad para la ciudadanía. Debemos estar a la altura como ciudadanos para estos tiempos.
Finalmente señalaremos la incongruencia de la derecha en nuestro país, en el 2006 exigieron respeto y se impusieron con una diferencia de 252 mil votos, equivalente al 0.56% de los votos, en medio de una elección respecto de la cual la propia Corte declaró que el expresidente Vicente Fox puso en riesgo. Hoy pretenden deslegitimar un proceso que convocó y contó con la participación cívica de 13 millones de personas, equivalente al 13% del padrón electoral.