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TRENTON, Nueva Jersey, EU, 22 de junio de 2025.- Los recientes bombardeos de Estados Unidos contra instalaciones nucleares iraníes han generado informes contradictorios sobre su impacto, con el Pentágono afirmando una devastación total, mientras que agencias iraníes sugieren daños limitados, especialmente en la planta de Fordo.
La operación, denominada Midnight Hammer, fue una respuesta a las crecientes tensiones regionales, desatando una escalada de ataques y condenas internacionales.
El 22 de junio de 2025, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, declaró que una serie de «ataques concentrados, poderosos y claros» habían «devastado» el programa nuclear de Irán.
Hegseth especificó que la misión involucró siete bombarderos furtivos B-2 Spirit, que sobrevolaron 18 horas para impactar 75 objetivos de precisión en los sitios de Fordo, Natanz e Isfahán. El General Dan Caine, Jefe del Estado Mayor Conjunto, calificó la operación de «éxito increíble y abrumador», enfatizando que el objetivo era neutralizar amenazas y proteger intereses estadounidenses e israelíes, no un cambio de régimen.
Versión iraní
Las primeras imágenes satelitales recopiladas revelaron alteraciones significativas en el complejo nuclear de Fordo, con áreas montañosas transformadas de color marrón a gris, indicando la dispersión de escombros por bombas especializadas antibúnker estadounidenses.
Contrastando con las afirmaciones estadounidenses y las imágenes satelitales, RT, citando a la agencia de noticias iraní IRNA, indicó que no había señales de un ataque directo a las instalaciones de la planta de Fordo. Un reportero de IRNA afirmó haber observado únicamente humo en el exterior y frente al sitio nuclear, con reportes locales de «explosiones ligeras».
La magnitud del impacto de esta operación, tal como la ha presentado el Pentágono, marca un hito crucial en la volátil dinámica geopolítica de Oriente Medio. Con la comunidad internacional observando de cerca, los próximos desarrollos y las reacciones de los actores involucrados serán clave para determinar la estabilidad de la región.