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¿Qué Son las Tierras Raras? La Batalla por el Futuro
En tiempos recientes, hemos escuchado en las noticias y en las mesas de discusión el término tierras raras. Por ejemplo, en el acuerdo que el presidente de Estados Unidos plantea con Ucrania, a cambio de apoyo militar se solicita acceso a las tierras raras de Ucrania. También, en el acuerdo comercial recientemente firmado entre China y Estados Unidos, se considera el comercio de tierras raras.
Este término, tal vez, nos recuerda a lugares como los que hemos visto en películas como El Señor de los Anillos o La Guerra de las Galaxias: esos sitios lejanos y diferentes donde se libraban batallas épicas. Pero no, estas «tierras» son distintas y muy importantes para el futuro del planeta y de la humanidad.
Las Tierras Raras son un grupo de 17 elementos químicos y, por supuesto, están comprendidos en la tabla periódica de los elementos, esa que aprendimos en la primaria. Contrario a lo que su nombre podría sugerir, no son particularmente «raras» en la corteza terrestre; de hecho, elementos como el oro o la plata son más escasos. Se les conoce así porque es difícil encontrarlas en concentraciones puras y económicamente viables para su extracción, ya que suelen presentarse dispersas y mezcladas con otros elementos. Imagina un arenero gigante lleno de arena de playa, sal y azúcar: separarlo todo sería una locura, ¿verdad? Pues así de difícil es extraerlas de forma rentable. El «tierras» en su nombre viene de una vieja forma de llamar a sus óxidos.
La Indispensabilidad de los Elementos Estratégicos
Pero, ¿por qué son tan importantes? Porque, a pesar de ser poco conocidas para la mayoría de las personas, las tierras raras son pilares de la tecnología moderna y de la indispensable transición energética. Sus propiedades únicas —magnéticas, eléctricas y catalíticas (capaces de acelerar reacciones químicas)— las hacen irremplazables en una amplia gama de aplicaciones:
En esencia, un gran número de los artículos que definen nuestra contemporaneidad dependen, en cierta medida, de estos elementos químicos. Nuestra vida actual sería incomprensible sin la existencia y el uso de estos productos y, por ende, sin las tierras raras. Su relevancia es tal que se han convertido en un insumo de primera necesidad para cualquier industria y nación, siendo fundamentales no solo para bienes de consumo, sino también para la industria militar y el desarrollo tecnológico continuo.
Tierras Raras: La Clave de la Supremacía Geopolítica
Para las potencias mundiales, el liderazgo en varios campos es imperativo para mantener su influencia. La investigación científica, que se traduce directamente en avances tecnológicos, es uno de los ejes centrales. Por ello, los países más avanzados destinan cuantiosos recursos a la ciencia, lo que genera patentes y, a la postre, fomenta un desarrollo tecnológico superior. Los premios Nobel son un claro ejemplo: sus laureados, en su mayoría, realizan su investigación en naciones con alta inversión científica. Esta es una ventaja decisiva en la competencia global por la supremacía.
La continuidad del progreso tecnológico exige la disponibilidad de tierras raras. Si bien existen yacimientos en diversas naciones como Australia, India, Canadá, Ucrania, Brasil, Rusia o Groenlandia, China ostenta el dominio de la producción mundial, controlando la mayor parte de la extracción y el procesamiento de estos materiales, así como sus reservas. Esta posición le confiere una ventaja geoestratégica de magnitud considerable.
La demanda global de tierras raras se proyecta a triplicarse para 2040. Este pronóstico permite comprender la intensificación de conflictos o los intentos de anexión de países y territorios ricos en dichos elementos.
Este escenario representa una faceta crucial de la competencia entre potencias. El control sobre la producción y las reservas de estos elementos confiere una ventaja innegable. Como en las épicas narradas al inicio, la nación que posea las tierras raras podría tener la clave para imponerse al «lado oscuro» de la geopolítica global.