
Colapsan vialidades debido a inundaciones en Coacalco, Tultitlán y Ecatepec
ATIZAPÁN DE ZARAGOZA, Edomex., 14 de julio 2025.- Ante la próxima apertura de la autopista que conectará Guadalajara con el puerto de Lázaro Cárdenas, el gobierno municipal de Atizapán trabaja en la planeación de infraestructura complementaria que ayude a mitigar los efectos del alto flujo vehicular esperado en la zona.
Aunque el trazo de esta vía no desemboca directamente en el territorio municipal, su conexión con la autopista Chamapa–Lechería, que atraviesa las inmediaciones de Atizapán, obligará a tomar medidas que permitan mantener una circulación ordenada y segura para los habitantes.
Obras viales en Atizapán
Durante una sesión de Cabildo, el alcalde Pedro Rodríguez Villegas explicó que los vehículos que arriben desde Guadalajara en dirección a Toluca y la Ciudad de México utilizarán rutas que cruzan cerca del municipio. Sin embargo, los automovilistas que intenten ingresar desde esas vialidades a Atizapán se enfrentarán a complicaciones, ya que actualmente no existe una incorporación directa que lo facilite antes del entronque con Chamapa–Lechería.
El gobierno local está diseñando proyectos que permitan adaptar la infraestructura urbana y vial para responder a esta nueva realidad. Entre las principales preocupaciones se encuentra la carga vehicular proyectada: se estima que podrían incorporarse entre 40 mil y 50 mil vehículos más al día, lo que representaría una presión significativa sobre las vialidades locales.
El regidor Carlos Madrazo Limón señaló que, en su trayecto, esta autopista pasará por encima de Atizapán como parte del tramo Guadalajara–Atlacomulco, el cual ya concentra un tránsito promedio diario de 14 mil unidades. Estas se suman al aforo actual que asciende a más de 150 mil vehículos luego de la caseta de Tepotzotlán, donde confluyen autos provenientes de municipios como Cuautitlán Izcalli, Teoloyucan y Melchor Ocampo.
Tanto el alcalde como el cuerpo edilicio han hecho un llamado a los gobiernos estatal y federal para coordinar esfuerzos con el municipio y garantizar que la conectividad no se convierta en un factor de riesgo, sino en una oportunidad de desarrollo planificado.