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TOLUCA, Edomex., 22 de julio de 2025.- Se cumple una semana desde que 85 unidades médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado de México iniciaron un paro indefinido, afectando principalmente a los pacientes, quienes esperan bajo la lluvia y a la intemperie por atención médica.
Aunque han alzado la voz, continúan sin ser escuchados. El titular del IMSS, Zoé Robledo Aburto, se ha negado a entablar un diálogo que permita una solución inmediata a una problemática que, día con día, se agudiza en todo el territorio mexiquense, especialmente en la zona centro, donde se concentran los hospitales de alta especialidad.
La protesta comenzó el 16 de julio, cuando empleados de la Jurisdicción Sanitaria Número Dos denunciaron falta de insumos médicos, adeudos salariales y la eliminación de bonos obtenidos durante años, retirados bajo la política de austeridad republicana.
Uno de los médicos afectados señaló que la transición al modelo IMSS-Bienestar ha colapsado el sistema de salud. Las carencias de personal, sumadas a las deficiencias en medicamentos y equipo hospitalario, han dejado al sector en una situación crítica.
Esta movilización, encabezada por médicos, enfermeros y personal administrativo, afecta de forma directa a hospitales de tercer nivel, como el Adolfo López Mateos, el Nicolás San Juan y el Mónica Pretelini, este último atendiendo únicamente urgencias.
Por su parte, el Dr. Raymundo Gómez Pérez, secretario general de la subsección 2 del sindicato SNTSA, reconoció que más de 853 trabajadores sindicalizados han sido afectados desde su transferencia al modelo IMSS-Bienestar en julio de 2024.
Entre sus principales reclamos destacan: