
Pide Patrice Lair a sus Diablitas no confiarse
En el mes que entra se cumplen dos años de la gestión de la gobernadora Delfina Gómez Álvarez al frente del ejecutivo del Estado de México.
También se cumplen ocho meses de la entrada de los gobiernos municipales, qué poco han ayudado a la mandataria local. No hay nada bueno para escribir a casa.
Los presidentes municipales del Estado de México (EMX) nomás no dan color y traen encima problemas de inseguridad, incluidas extorsiones y cobros de piso, inundaciones, baches y promesas incumplidas, que ensombrecen el Segundo Informe de Gobierno de Delfina Gómez que rendirá el mes entrante.
Llevan ocho meses en el cargo y no terminan de acomodarse e incluso hay varios municipios en los que ya hasta se hicieron los primeros ajustes y otros en los que siguen los cambios. Nomás no le atinan a los nombramientos.
Una de las quejas más sentidas de la población es la inseguridad y en eso las policías municipales tienen ocho que ver. Se ocupan más en otras cosas que en proteger a la población.
Los crímenes no cesan en municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Ixtapaluca, Chalco, en las zonas aledañas al AIFA o en los de la zona sur de la entidad, nomás por mencionar algunos, donde las policías municipales dejan mucho que desear.
Es comprensible con los bajos salarios que tienen, deficiente equipo y capacitación en la mayoría de los casos, además de que viven bajo el constante asedio y amenazas del crimen organizado. No les queda otra más que volverse cómplices, darles protección a los de la maña.
La población la padece de a deveras en aquellas zonas donde la delincuencia es incontrolable y que apenas los operativos como Rastrillo y Liberación, parecen más de relumbrón que efectivos, porque poco o nada han cambiado las cosas.
Está claro que la mayoría de los presidentes municipales tampoco pueden ni quieren ponerle fin a la pesadilla que representan para los automovilistas de casi toda la entidad los cientos de baches y baches por doquier.
Si no, hay que preguntarle a los habitantes de Ecatepec, donde autoridades y población evitan sus calles para no darse cuenta de que existen calles y avenidas intransitables.
Ni qué decir de Toluca o Metepec, que traen quejas y quejas por falta de bacheo (no importa el color del partido), al igual que en otras zonas como Naucalpan, Atizapán, Neza, Los Reyes o Chalco.
Y así podríamos enumerar otros problemas o falta de servicios públicos. Lo peor del caso es que las culpas ciudadanas recaen en la gobernadora Delfina Gómez, derivadas de su falta de atención, que más bien recae en los gobiernos municipales.
La mandataria llega a su Segundo Informe. Hace lo que puede para apoyar a todos sin distingos partidistas, pero no solo le faltan recursos, sino también estar pendiente que los alcaldes cumplan con su trabajo. No hay de otra si es que se quiere avanzar.
Además que “dicen no han soltado a tiempo los recursos que vienen de la Federación”, y ya solo les queda, septiembre, octubre y noviembre.
El proyecto de la zona oriente impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum es apenas una muestra de que cuando se quieren hacer las cosas, se puede.
Ella va, viene, inaugura ya obras, como la Unidad de Medicina Familiar 93 del Seguro Social en Ecatepec, está pendiente que las propuestas caminen, no se atoren por negligencia de las administraciones municipales, cuando es el caso.
El Gobierno federal, le pone empeño para rescatar la región que incluye los 10 municipios más poblados de la entidad. Pero los otros ayuntamientos “esperan el milagro por obra del Ejecutivo Federal”.
Pero desafortunadamente el Segundo Informe de Gobierno que se prepara, se verá manchado por la inacción de muchos presidentes municipales.
Sin embargo, no importa si son municipios grandes o chicos, su ineficacia, su falta de trabajo, todo recala en el ejecutivo local.
Aún hay tiempo, quedan unos días de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Claro si quieren trabajar.
Esperemos que sí, la ciudadanía lo demanda.