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TOLUCA, Edomex., 8 de septiembre de 2014.- La gestora y activista de la comunidad Otomí de San Pablo Autopan, ubicada al norte de la ciudad, Tomasa Martínez, advirtió a los actores políticos mexiquenses de todos los partidos que esta vez no se dejarán utilizar como máquina de captación de votos, pues ya han entendido que sólo empiezan a recibir “atenciones” justo un año antes de que se registre la jornada electoral.
“Desde aquí les decimos a todos los políticos que esta vez no nos dejaremos usar; nos han utilizado muchos años, muchas décadas, pero esta vez (proceso electoral de 2015) no será así”, precisó la activista.
Respaldada por la fracción parlamentaria del Partido Movimiento Ciudadano que encabeza el legislador Higinio Martínez, la otomí Tomasa Martínez sostuvo en conferencia de prensa que pese a los múltiples apoyos que son anunciados y publicitados por diferentes funcionarios municipales, estatales y federales en pro de las comunidades indígenas, la mayoría de sus integrantes sigue padeciendo y registrando un gran rezago laboral, educativo y económico.
“No tenemos avances, como se dice, se hacen anuncios pero en los hechos no hay un progreso que digamos se está avanzando”, precisó la señora Martínez.
Por otro lado, hizo un llamado para que los funcionarios públicos y los mismos diputados sostengan un diálogo directo con cada una de las comunidades de origen indígena que hay en la entidad, pues sólo de esa manera los programas y apoyos dirigidos a las comunidades originarias del Estado de México se materializarán, pues de no hacerlo de esa manera los beneficios se seguirán quedando en pocas manos.
Recordó que en el caso del sector educativo, su problema es mayúsculo, pues al principio del ciclo escolar las asociaciones de padres de familia exigen el pago de cuotas “voluntarias” que van de 500 a 750 pesos; esta última cifra, en el caso de que se tengan a dos alumnos en la misma escuela, aclaró.
Tomasa Martínez, puntualizó que si no pagan la cuota educativa, el resto de los padres (mestizos) que también llevan a sus hijos a dichas escuelas públicas estatales y federales, tienen una actitud negativa y de discriminación contra los otomíes.
«Y de que a nuestros hijos les den clases respetando nuestras costumbres y formas de ser, ya ni hablamos»,finalizó.