Balazos en el pie
Como parte del escenario que viene para el año 2015, los partidos de oposición que mejor manejen sus alianzas serán quienes logren posicionarse ante el electorado, lo cual, por ende, les redituará en un buen número de votos y cargos de elección popular, pero a la larga en mayores recursos mediante las prerrogativas. Sin embargo, el caso específico de la izquierda va a generar disputas en las cuales deben tener cuidado porque si exceden de rudeza tanto las bases como las cúpulas no podrán reiniciar su relación de cara al 2018.
Hasta el momento, dos partidos han dejado entrever su intención de hacer alianzas para enfrentar el proceso electoral que se antoja difícil para todos los partidos, el PT y el PAN, mientras que dos partidos tienen claro que van a competir solos: Movimiento Ciudadano, por considerar que tiene la fuerza necesaria y la necesidad de adquirir imagen propia ante La Mayoría Silenciosa; y Morena, que por ley no puede hacer alianzas con los demás partidos políticos.
Pero -aquí hay un pero-, el PRD no ha podido determinar su estrategia electoral por estar inmerso en una lucha interna por la dirigencia nacional y estatal, esto no quiere decir que no está dispuesto para hacer alianzas, incluso con el PAN; aquí la pregunta sería ¿con quién hará las alianzas el PAN?
Porque no es lo mismo ganar una presidencia con 100 votos que ganarla con miles, esa es la diferencia entre el PT y el PRD, mientras Oscar González Yáñez sólo puede ofrecer ayuda para ganar de manera apretada una alcaldía, los perredistas pueden ayudar a ganarla de manera contundente, tanto que se evitarían los tribunales en la materia.
Si bien es cierto que en el 2012 se sufrió el efecto “Peña”, la caída de la oposición en espacios de todos los niveles cayó estrepitosamente, por ello, PRD y PAN quieren regresar a niveles más competitivos, el PT quiere sostener el registro, Movimiento Ciudadano y Morena quieren crecer.
Uno de los puntos a considerar es la etapa posterior a las alianzas, independientemente de con quién te juntes en el 2015, se debe ser cuidadoso de no dañar de manera profunda la relación con la izquierda para poder ir juntos en el 2018, tomando en cuenta que a la fecha no hay un candidato sólido para competir por la presidencia de la República.
El único que se mantiene vigente a pesar de lo polarizado de su imagen es Andrés Manuel López Obrador, y a pesar de los negativos que tiene su imagen, es lo que tiene la oposición, porque incluso en el PAN no hay una figura fuerte que compita en las urnas para el 2018 y, a pesar de que faltan cuatro años hasta el momento todas las figuras de la izquierda y derecha han caído en lugar de crecer.
Las bases de los diferentes partidos son quienes en muchos de los casos exceden en rudeza y posteriormente esto les genera un problema al momento de tener que trabajar para la siguiente elección, rompiendo uno de los principios ‘en política no hay amigos ni enemigos para siempre’.
Pero la contienda del 2015 no puede ser de otra manera, la lucha será encarnizada, porque quien obtenga más votos llevará también mano en el sistema de alianzas posterior, los votos deben ser la tónica en una alianza en el 2018.
La Mayoría Silenciosa, conforme avance el tiempo, tendrá en sus manos más elementos, el crecimiento de la economía, los aumentos en los energéticos, la falta de empleo, la seguridad, servirán para mantener al PRI en su puesto o para cambiarlo, hasta el momento nada está escrito, lo cierto es que el tricolor también ha caído y, con él, sus aliados.