Atalaya de Quadratín

Vigilancia intensa en el sur del Edomex

Los actores políticos de la región sur del Estado hablan con cierto recelo, algunos hasta con miedo. Todos saben que algo pasa, de hecho, saben qué es lo que pasa y quiénes son los autores de la tensión que se vive en municipios de esta zona limítrofe con el Estado de Guerrero.

Periodistas, empresarios, comerciantes ven con cierta tranquilidad el patrullaje de elementos del ejército mexicano y de la Marina, así como de la policía federal. Se habituaron ya a verlos. Es más, los elementos, sobre todo de la corporación policíaca, han hecho algún tipo de relación con la comunidad.

Se les observa platicando con hombres, con mujeres. Sonrisas mutuas. Camaradería. Hace unos días, en Tejupilco, aparecieron los cuerpos de dos miembros de las fuerzas armadas muertos a tiros. Dice la versión oficial que ahí los fueron a tirar, las versiones de la comunidad es que ese día hubo una balacera.

Lo delicado del asunto es que a pesar de las detenciones de criminales en otros puntos del país, en el sur del Estado de México, dice la gente, nada ha cambiado. Se mantiene el nivel de violencia. Aparecen muertos un día sí y otro también. El pago de cuotas, de derecho de piso no ha cesado. Cierto, alivia saber que las fuerzas armadas mexicanas están presentes, vigilantes. Hay por ello la esperanza de que en un tiempo no tan lejano, la situación cambie para bien.

Por el lado del gobierno, dicen, se sabe la realidad. Procuran sobrellevar el tema, que no trascienda, pero la advertencia popular es clara: la granada, la bomba de tiempo les puede explotar en las manos.

Y a las versiones de los empresarios, de la sociedad, se suman incluso las de algunos personajes incrustados en el ejercicio del poder regional. Pero nadie desea convertirse en mártir, nadie desea pasar a formar parte de las estadísticas.

Por lo pronto, las campañas por las diputaciones federales están en marcha. Del lado del PRI, Iveth Bernal anda en intenso proselitismo bajo la batuta de su madre, Guillermina Cacique, que de esto, de política, tiene un largo camino recorrido y algo sabe del tema.

Del lado del PRD, las versiones apuntan a una ruptura en el grupo político que encabeza Ariel Mora. Es más, el candidato a la diputación federal por el sol azteca en este distrito con cabecera en Tejupilco, Leonardo Alvarez, ni siquiera anda haciendo campaña.

De la candidatura a diputado local, el priísta, Antonhy, así le conoce simplemente la gente, anda optimista, entusiasmado. Hay confianza en su entorno de que si bien si la elección fuera hoy el perdería, “ya los queremos ver en quince días después de iniciadas las campañas”. Algo traen entre manos, quizá una estrategia novedosa, vanguardista. El abanderado es el más joven de los contendientes del tricolor, apenas 23 años.

El deseo generalizado es que las campañas se desarrollen en paz, con tranquilidad, que la lucha sea civilizada. Con esto, la sociedad del sur del Estado de México se da por bien servida.