
Aprueban 93 Cabildos reforma judicial local
CHIMALHUACÁN, Edomex., 25 de junio de 2014.- El bullying es una conducta que podría estar relacionada con diversos trastornos mentales que padecen los jóvenes agresores, aseguran especialistas del Centro Integral de Salud Mental de Chimalhuacán (Cisame).
El psicólogo, especialista en intervención clínica en niños y adolescentes, Pedro Cisneros Jiménez, explicó que el acoso escolar es consecuencia de diversos trastornos o enfermedades adicionales.
“El bullying está vinculado con ciertos patrones de conducta. Si alguien tiene, por ejemplo, un trastorno de déficit de atención, podría ejercer violencia sobre los demás, como consecuencia de este trastorno”.
Actualmente, el Cisame atiende mensualmente alrededor de 500 menores, cuyo rango de edad oscila entre los 4 y 17 años, quienes son tratados por trastornos como déficit de atención (TDA) e hiperactividad.
“En algunos casos el bullying se origina por estos trastornos. En el acoso escolar hay dos tipos de víctimas: el acosador y el acosado, cuyo rol es determinado por el entorno sociocultural que los circunda, mismo que determina qué papel adoptarán en un episodio de bullying”, afirmó el especialista.
Explicó que las víctimas de acoso escolar suelen ser inhibidos porque, “en muchos casos, crecen en un entorno familiar o social violento. En el caso del agresor, éste suele ejercer violencia sobre otros porque hay causas que lo motivan: entorno violento y violencia intrafamiliar”.
Asimismo, afirmó que en el Cisame se identifican las causas de los pacientes y se brinda un tratamiento adecuado que incluya la participación de padres de familia, profesores y víctimas de intimidación escolar.
“De acuerdo con un estudio presentado en la Conferencia Nacional de la Academia Estadounidense de Pediatría, que se llevó a cabo en Chicago en 2012, niños diagnosticados con trastornos de salud mental son tres veces más propensos a ser identificados como agresores”.
Con respecto a tratamientos alternos para atender casos de bullying, como la yoga, dijo que, aunque pueden servir para canalizar la energía de quienes ejercen violencia sobre sus compañeros en un entorno escolar, lo más recomendable es tratar el problema con especialistas: “hacer un abordaje holístico que involucre a los actores involucrados y donde se analice el entorno en el que se desarrolla el niño que sea víctima de intimidación en las escuelas”.