
Encobijado y con signos de violencia; encuentran sin vida a menor
¿Huele a gas o a quien se le apago el piloto?
Encendido debate de ideas tenían Arturo y su vecino Carlos, el primero insistía en que uno de los países que más avances tiene en materia de aprovechamiento de nuevos combustibles es Brasil. Mientras que el segundo afirmó categóricamente que en México ya hay grandes ejemplos del uso y aprovechamiento de residuos para obtener Biogás.
Así que sin más preámbulo, hagamos en este camino una visita a una de las industrias con más futuro puesto que no ocupan combustibles fósiles, para ello, conozcamos un poco sobre la producción del llamado Biogás.
Los Gobiernos de algunos países del mundo desarrollan importantes estudios científicos y tecnológicos para la incorporación gradual de combustibles que resulten de fuentes aprovechables de energía, como el bioetanol, biodiesel y el que nos ocupa en esta ocasión Biogás. Este tipo de combustible se obtiene de la biomasa (producto de la fermentación o biodegradación de materia orgánica), cualquiera que sea (residuos de origen animal, vegetal, humano, agroindustriales y forestales), al entrar en descomposición directa con microorganismos dentro de un biodigestor (contenedor hermético), que facilita el proceso de extracción del gas en un ambiente controlado para su posterior uso como fuente de energía.
Algunos de los componentes de este biogás, son: metano, dióxido de carbono, hidrogeno y nitrógeno. Se utiliza como combustible para generar calor, operar maquinarias, en la refrigeración y como generador de electricidad. Solo para que se dé una idea, un metro cubico de biogás equivale a 1.5 kg de madera, obviamente, para obtener el primero solo se aprovechan residuos, mientras que para el segundo debemos talar por lo menos un árbol.
Tal vez se pregunte ¿Qué ventajas puede tener un biodigestor? Muy bien, el sobrante de la materia sólida que queda al interior del biodigestor se ocupa como fertilizante orgánico, no se contaminan los mantos acuíferos pues el fondo del tanque está debidamente sellado e impide filtraciones, el gas se almacena en un tanque para su utilización y por si fuera poco, se generan empleos. Sin embargo, debe considerarse que como todo gas, su manejo es bajo estrictas normas de seguridad para evitar una explosión y con equipo especial debido a que uno de los sub compuestos del biogás (sulfato de hidrogeno), es toxico para el ser humano. Por ello no se procesa al aire libre.
El mejor ejemplo de que en nuestro país ya se aprovechan los residuos es el metro de Monterrey de 33 km de recorrido, proyecto conocido como “Monterrey Cinco”; fue a partir de 2006 cuando comenzó a funcionar con la energía que proporciona el biogás. Esto gracias a que el Gobierno de Nuevo León puso en marcha un novedoso sistema para el manejo de residuos de la zona metropolitana de Monterrey. El biogás que se obtiene de los rellenos sanitarios se convierte en energía eléctrica que se ocupa para que funcionen el metro de la ciudad, el alumbrado público, algunas oficinas de Gobierno y el Museo Santa Lucia entre otros.
Los vecinos coincidieron en lo positivo de este tipo de proyectos, en la gran oportunidad que tienen Gobiernos estatales y municipales para iniciar un plan de aprovechamiento de residuos. La posibilidad de generar energía con los residuos municipales o estatales seria todo un éxito, así, muchos vecinos conversarían sobre los beneficios de una planta generadora de electricidad generada por biogás, claro sin malos olores o posibles explosiones.