
Abro Hilo/ ¡NO a los narcocorridos!
CIENCIA Y TECNOLOGÍA
¡Por favor ya no la hagas de tos!
En esta época del año comienzan las bajas temperaturas y nos preparamos para recibir los primeros frentes fríos, es también cuando un mayor número de enfermedades respiratorias afectan a la población, sobre todo a quienes tienen el hábito de fumar, aun cuando ello represente un grave riesgo para su salud.
El camino nos lleva por senderos poco claros y en muchas ocasiones llenos de humo, sí; de ese humo que se envuelve en sí mismo después de cada fumada, ese humo que fascina y molesta, que inspira y extingue. Por ello, hablemos hoy de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El EPOC es una enfermedad de los pulmones, causa dificultad para respirar y se manifiesta en dos etapas que incluso pueden llegar a combinarse en quienes la padecen. Tos prolongada con moco a la que se conoce como bronquitis crónica o enfisema, cuando los pulmones ya tienen serias lesiones. La principal causa de este mal es el tabaquismo, aunque existen otros factores de riesgo para tenerla como son: la exposición prolongada a ciertos vapores o polvos.
Todas las enfermedades tienen cierta sintomatología y la EPOC no es la excepción, tos, fatiga, dificultad al respirar y presión en el pecho son clara evidencia de que algo anda mal. Algunas personas pueden tener los síntomas sin saber que la enfermedad avanza lentamente. Le explico, el aire que usted respira baja por la tráquea a unas vías llamadas bronquios, una especie de tubitos que se encuentran dentro de los pulmones, los bronquios se ramifican en miles de tubos más pequeños y delgados llamados bronquíolos. Estos tubos terminan en racimos de pequeños sacos llamados alvéolos.
Cuando el aire llega a los alvéolos cada pequeño saco se llena de aire, pero al tener cierto daño en los pulmones la cantidad de aire que entra y sale de las vías respiratorias disminuye considerablemente porque: los alvéolos pierden elasticidad, sus paredes están destruidas, las paredes de los bronquios se engrosan o la acumulación de moco los obstruye.
No perdamos de vista que esta serie de síntomas los puede padecer incluso alguna persona que no ha fumado jamás, pero que debido a su trabajo haya sido expuesta a polvos o contaminantes en lugares poco ventilados. Para tener un diagnóstico preciso, es necesario someterse a una serie de estudios para verificar que la función pulmonar no este afectada, entre ellos la llamada espirómetria (soplar con tanta fuerza como se pueda dentro de una máquina), o con radiografías de tórax que son las más comunes.
Con los resultados, el médico especialista podrá indicar cuál es el tratamiento adecuado para la enfermedad, este incluye dejar de fumar, el uso de inhaladores (broncodilatadores) para ayudar a abrir las vías respiratorias y la toma de antinflamatorios para reducir la hinchazón en las mismas, así como una dieta saludable y en la medida de lo posible un poco de ejercicio.
No es fácil dejar de fumar, cuesta mucho. Pero es más costoso ver el deterioro en la calidad de vida del enfermo y de quienes lo rodean cuando el mal ya está muy avanzado. El próximo 19 de noviembre se celebra el Día Mundial de la EPOC, la mejor forma de pasarlo es sin fumar, pero si no quieres o no lo puedes evitar respira profundo, muy profundo y cuenta hasta 10 mientras puedas.