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¿AMÉRICA PARA LOS AMERICANS?
¡Joven!, una de pierna y dos de bacalao para llevar…
Después de una corta temporada navideña que tuvo como consigna “engorda rápido y sin remordimiento alguno” (sólo para algunos), llegó por fin el Año Nuevo y con él los propósitos para este 2015.
Entre ellos no puede faltar el ya conocido “voy a ejercitarme para bajar de peso”, ¡ajá!, ¿y tu nieve de qué la quieres? Como si recuperar el peso ideal sólo fuera cuestión de buenos deseos.
Pues bien, iniciemos este largo camino de 12 meses con algo de ejercicio, manos a la obra, ¿qué gimnasio nos queda cerca? a propósito de deporte, indaguemos un poco más sobre el antecedente de los llamados gimnasios y juntos averigüemos ¿qué son?
El gimnasio de la antigua Grecia estaba dedicado a la instrucción física e intelectual, funcionaba como lugar de entrenamiento para competidores de juegos públicos, como centro de estudios y lugar de reunión de ciertos grupos de pensadores que compartían las mismas ideas.
En aquellos tiempos, los atletas competían desnudos para dar mayor esplendor a la belleza de la figura femenina y masculina y de paso rendían tributo a los dioses; lo hacían en presencia de sus maestros, quienes se encargaban de darles instrucción en todas las áreas del conocimiento.
Las pruebas atléticas que se practicaban en el gimnasio formaban parte de los rituales espirituales de los griegos, muchas de ellas se realizaban en honor a sus héroes y dioses; destacando la carrera de distancia, el salto de longitud, lanzamiento de disco y una contienda parecida a la lucha pero con ciertos elementos del boxeo actual.
Este tipo de establecimientos se hallaban bajo la protección de dos divinidades, Hermes, que representaba la astucia; y Heracles, símbolo ideal de la fuerza física.
Hoy en día, el ejercicio desempeña una función básica en el mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades físicas y mentales. La práctica regular de alguna disciplina deportiva incrementa las capacidades físicas de quien lo realiza y le proporciona mejor calidad de vida.
En el gimnasio podemos llevar a cabo ejercicios físicos que se diferencian en: aeróbicos, con los que se incrementa el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria (correr, aerobics, nadar o escaladora) por mencionar algunos.
Anaeróbicos, se ejecutan con máquinas de resistencia fija (aparatos con utilización de peso libre, complejo sistema de poleas y lastres), que el practicante debe poner en movimiento; estos favorecen la función cardiovascular del deportista, el aumento de masa muscular y el incremento de la fuerza.
Es importante que antes de iniciar cualquier actividad en un gimnasio, se realice los exámenes médicos correspondientes para saber con precisión si es apto para ese tipo de esfuerzo, se recomienda llevar una dieta balanceada o cuando menos (cerrar la boca) disminuir grasas, azúcar, sal, harinas, alcohol y tabaco.
Pero lo más importante, tomar la decisión de cambiar sabiendo que todo cambio requiere de esfuerzo y mucha actitud. Así que si usted decidió hacer ejercicio, no se engañe los primeros dos o tres meses, actúe y disfrútelo todo el año. Si es constante, en seis meses verá los beneficios. Siempre y cuando su rutina sea de ejercicio efectivo y no de espejo o socializando de más.