Balazos en el pie
A pesar de que el anterior año se dio a conocer un plan ambicioso para modernizar el transporte, todo fue un show mediático montado por el Gobierno del Estado de México para mermar los ánimos de los partidos de oposición y las organizaciones civiles que se habían dado a la tarea de demandar un transporte eficiente y acorde a las necesidades de La Mayoría Silenciosa, ante la posible alza de las tarifas en el peaje.
El aumento se dio y las promesas del gobernador del Estado de México, bien gracias. Hasta el momento, no se observa un avance de los puntos dados a conocer en aquella conferencia vespertina, en donde se dejó entrever la llegada al primer mundo y la modernidad del transporte público de pasajeros.
Los avances no tienen ni un ápice de adelanto, las promesas se han quedado en el aire, el Wifi, los botones de pánico, el Gps, era mucho prometer para un secretario de Transporte que no tiene ni la capacidad de ordenar las rutas de transporte en el Valle de Toluca, ni en la zona oriente; tarea que parece fácil pero requiere de una gran capacidad de negociación.
Lo que sí es simple es organizar paradas específicas en todas las rutas para evitar que las unidades se detengan en donde quieran, pero para ello, se necesitan choferes con conocimientos básicos de manejo, mismos que no tienen. No pueden respetar las paradas asignadas, no esperan el tiempo debido para bajar y subir el pasaje, unas veces van a paso lento y, a la siguiente calle, corren como locos.
En realidad, la capacitación de los conductores de transporte público es otra falla de la Secretaría de Transporte que comanda Ismael Ordoñez, en la cual subió al barco del fracaso a la Universidad Autónoma del Estado de México, institución que desde la anterior administración empezó a capacitar a los choferes, pero los dueños elegían a quién y cómo, dejando de lado los preceptos indispensables para todo conductor. Y la UAEM permitió que la utilizaran para frenar el avasallamiento que había en contra del gobierno por el mal servicio del transporte público. Grave error.
Muestra de la capacidad de los conductores se dio apenas hace unos días, cuando después de llevar mucho tiempo parado sobre la calle de Santos Degollado -a sólo una cuadra del Palacio de Gobierno- un pasajero le solicitó al chofer avanzar, a lo cual, fue invitado a bajar por parte del chofer de la unidad 18 de la línea RTP, quién con dinero en mano, le dijo que ahí estaba su pasaje si quería bajar.
Acto posterior, el usuario indicó que lo iba a reportar porque ahí no había base; sin embargo, el conductor hizo caso omiso de la situación y entregándole el pasaje en la mano lo invitó a descender a gritos, esto debido a que traía música a todo volumen, razón por la cual todos los pasajeros nos enteramos.
La verdad es que no hay manera de reportarlos, algunos, los menos, tienen el número para reportes de mal manejo, pero otros tienen los dígitos incompletos, a todos les falta el número de la unidad y el nombre del chofer para hacer un buen reporte. Pero hasta para eso hay ofensas y Ordoñez Mancilla ni por enterado está. Una unidad dice a letra: “Si el conductor de esta unidad maneja mal favor de reportarlo al 01800 FUCK YOU”, ante esto los comentarios sobran.
No se ve por donde el monstruo creado por el PRI-Gobierno pueda ser metido en cintura; hasta ahora lo único que se observa es una intención de hacer negocios con algunos líderes de transporte para convidarles del pastel que representa el transporte de mediana capacidad. Pero de mejorar el servicio nada, las intenciones fueron buenas pero las acciones son malas.
Sé que las comparaciones suelen ser incomodas, pero basta que La Mayoría Silenciosa se dé una vuelta por el Distrito Federal para ver la abismal diferencia entre el transporte del Estado de México y de la capital mexicana; tal vez es hora de que el secretario del Transporte se baje de su camioneta y vaya de la capital mexiquense a la mexicana… pero en camión.