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MÉXICO, D.F., 29 de junio de 2014.- El grito de mexicanos en los estadios de Brasil que generó polémica internacional estuvo presente este sábado en la Marcha del Orgullo Gay.
No fue una ofensa, sino una consigna más, como: «¡Esos mirones, también son maricones!», «Esas muchachas, también son marimachas» y, por supuesto, el ya clásico «¡No que no, sí que sí, ya volvimos a salir!».
La 36 Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transgénero, Transexual e Intersex (LGBTTTI) fue diversa como ese grupo social en sí, señala Reforma.
No fue una sola marcha, sino casi 80 mil -cifra oficial de asistentes, contó el subsecretario de Gobierno, Juan José García Ochoa-, pues cada quien tuvo un motivo particular para ir.
Por principios políticos; para recordar la muerte de un ser querido; para gritar su amor; para salir del clóset; para presumir el atuendo preparado durante meses y lucir como chinelos, muxes, maléficas, personajes de videojuegos, cantantes famosas, estrellas de cine o hasta personajes de la realeza inglesa.
También fue el lugar perfecto para quienes gustan de exhibir sus cuerpos al desnudo; para expresar sus filias: a los vellos, al cuero y a los golpes de placer.
Hubo quien sólo fue a ver y disfrutar a los amigos, pues además de que este «parade azteca» es un acto político -porque «¡No hay libertad política, si no hay libertad sexual!»-, también es un carnaval y, como tal, había que gozarlo.
La cita fue a las 11:00 horas en el Ángel de la Independencia y antes de las 12:00 horas, desde la Diana hasta Insurgentes, todo tenía el tono del arcoíris.
«Cuánta gente, mana», le expresó un amigo a otro. «Ay, sí, este año veo más», le respondió el otro. Había gente de Puebla, Estado de México, Jalisco, Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Nuevo León, Yucatán y Veracruz.
Las estrellas fueron los «trans», como los mismos transexuales se definen.
«Nosotras somos trans», compartió Giovana. Y no fue para menos, pues la fiesta de ayer era para celebrar que el Gobierno del DF envió una iniciativa que les ayudará a su reasignación sexo-genérica.
«La Supermana», conocido personaje entre los LGBTTTI, dio el grito de arranque.
Por un lado estuvieron los llamados históricos: activistas entre los que hay quienes salieron a marchar por primera vez en los años setenta, a ellos se les puede considerar el ala dura del movimiento, con el discurso más aguerrido.
En el Senado su postura se escuchó: exigieron que el GDF no se meta en la organización de la marcha y que desaparezca la Comisión de la Familia creada por el Senador panista José María Martínez.
El otro grupo fue el Comité Nacional del Orgullo y Dignidad, además de Madres Lesbianas… un largo etcétera.
Para las 14:00 horas, Paseo de la Reforma era una gran fiesta, a donde también fueron invitados niños y jóvenes, muchos jóvenes se veían por todos lados.
«Venimos a apoyar a su hermano», comentó la mamá de Irving y Alan, adolescentes de 16 años.
A las 17:00 horas, los contingentes seguían llegando hacia el escenario instalado en la esquina de 20 de Noviembre, en el Zócalo. Para las 18:00 horas ya era una fiesta popular con «sonidero», la música tropical hizo bailar a decenas.
El evento, oficialmente, terminaría a las 19:00 horas, pero pocas tenían ganas de irse. Ayer, la diversión siguió en la noche en los antros.