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TOLUCA, Edomex., 7 de enero de 2015.- Ante la pérdida de más de un millón de hectáreas de pino que se registró en el país por la presencia del gusano descortezador y que tan solo en los estados de Durango y Chihuahua generó una pérdida económica de más de 900 millones de pesos, la Universidad Autónoma Chapingo (Uach), en coordinación con la Comisión Nacional Forestal (Conafor), implementaron un método mecánico con efectos ecológicos para abatir la plaga, señaló el profesor investigador de la División de Ciencias Forestales (Dicifo) de esta institución educativa, doctor David Cibrián Tovar.
Explicó que el gusano descortezador Dendroctonus e Ips, con sus diferentes especies, causó contingencias en las zonas boscosas de pino del país que van desde los estados del norte como Sonora, Durango, Chihuahua, Nuevo León y Coahuila, hasta llegar a Chiapas, y donde existe una urgencia de saneamiento, y es que el comportamiento de esta plaga depende de las condiciones de sequía en cada zona, pues en algunas entidades es más fuerte que en otras.
Subrayó que la presencia de esta plaga afectó también las áreas naturales protegidas, donde se registró mucha mortandad de pino, ejemplo de ello es “en la reserva de la biosfera Sierra Gorda, que comprende más de 350 mil hectáreas, donde se presentó una contingencia por presencia de plaga en los bosques considerados como salvaguarda del medio ambiente y parte de esta zona perdió pinos por el gusano descortezador”.
Aseguró que estas plagas se levantan como poblaciones epidémicas que en poco tiempo afectan grandes extensiones de bosque, por lo cual se requiere de mecanismos rápidos y ágiles. “En la última contingencia registrada en Durango y Chihuahua estuvieron trabajando más de 40 mil personas para combatir la plaga, y provocó daños al medio ambiente generado por los incendios y la aplicación de insecticidas”.
El profesor investigador, doctor Cibrián Tovar, estableció que otra de las consecuencias por la presencia de este gusano descortezador fue en los precios de la madera que se tuvo que abaratar, además de las repercusiones en el comercio internacional por la mortalidad de pinos en muchos lugares y la gente se vio en la necesidad de vender a precios irrisorios: “Un metro cúbico de madera plagada vale entre el 15 y 30 por ciento de lo que vale si estuviera sana”.
Destacó que ante este panorama, la Universidad Autónoma Chapingo y la Conafor trabajaron para implementar métodos físico-mecánicos utilizando una motosierra con un implemento para lograr un descortezado de alta velocidad, es decir, se muele la corteza en fracciones muy pequeñas, acción que mata a los insectos: “Utilizamos también un astillador que también muele la madera pero bajo ciertas condiciones, digamos que se aportaron nuevas alternativas, las cuales se van a introducir en la norma oficial mexicana NORM-019 en su nueva versión”.
Comentó que con esta sierra, llamada descortezadora mecánica, ya no se requiere aplicar insecticida, quemar o enterrar la corteza, lo que permite ahorrar hasta en un 60 por ciento en el tiempo de saneamiento de las zonas afectadas por el gusano descortezador: “Este método se ha presentado en Chihuahua, Oaxaca, Jalisco, Querétaro, Durango y Estado de México, entre otros estados, lo que se busca es que se trabaje con mayor severidad para que la plaga no se extienda y con ello, reducir tiempos, costos y personal para combatir al gusano descortezador”.