Estiman hasta 4 mil baches en Toluca
TOLUCA, Edomex., 23 de enero de 2015.- Las políticas públicas y decisiones que se han tomado durante los últimos 30 años respecto al crecimiento urbano de la capital mexiquense, son un claro ejemplo de lo que no se debe hacer en una ciudad, ya que su mancha urbana ha crecido en un 700 por ciento, mientras que la población sólo un 2 cientos por ciento, sostuvo Alejandro Nieto, subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) del Gobierno Federal.
Tras aclarar que es vecino de Toluca, sostuvo que hoy la política del gobierno federal que encabeza Enrique Peña, trata de detener y evitar que las zonas urbanas sigan creciendo de forma desordenada.
«Tenemos que evitar que las ciudades crezcan como han crecido en los últimos años; nada más para dar el dato. Toluca, inclusive la zona metropolitana de Toluca, es desafortunadamente de los malos ejemplos que tenemos en el país en relación a su crecimiento, la población del valle de Toluca creció dos veces en los últimos 30 años y su superficie, o sea el territorio que ocupa, creció siete veces, es decir tres veces y medio más, proporcionalmente, la población. Eso no son buenas noticias», detalló Nieto.
En entrevista, explicó que la administración del presidente Peña Nieto está haciendo todo lo posible para que exista una ley que regule el crecimiento urbano en todo el país.
Puntualizó que las propuestas planteadas para actualizar y estandarizar el marco jurídico, tienen el objetivo de detener la acelerada ampliación de las manchas urbanas, pero sobre todo establecer las bases que permitan a los gobiernos locales-municipios garantizar la dotación de servicios públicos básicos (agua, luz, drenaje, transporte público, centros educativos y de salud, entre otros).
Asimismo, explicó que dotar de servicios públicos a aquellas poblaciones que están muy dispersas es muy complicado y, en algunos casos, hasta imposible.
Además, el funcionario federal admitió que los titulares de los ayuntamientos no tienen una visión de largo plazo y sólo gobiernan para atender las necesidades de tres años, es decir el tiempo que dura su mandato. «Desafortunadamente la ciudad se administra cada tres años», dijo.
Consideró que el corto periodo de desempeñó de los presidentes municipales ha propiciado un desempeño inadecuado respecto a la planeación urbana, ya que al tomar la riendas de la administración lo único que les interesa es ofrecer a la población resultados inmediatos, actuación que en muchas ocasiones se contrapone con los planes y proyectos que requieren las ciudades planificadas con viabilidad a mediano y largo plazo.