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LUVIANOS, Edomex., 11 de febrero de 2015.- El presidente de la organización civil Guardianes de la Biosfera, Gilberto Mojica Martínez, resaltó que habrán de emprender con mayor firmeza las acciones para frenar el fuerte daño que presenta la sierra de Nanchititla, pues la depredación ha dañado fuertemente a esta “fábrica de agua” en la región.
La idea, dijo, es convocar y reunir los mayores esfuerzos y recursos posibles, tanto públicos como privados, nacionales y extranjeros, para la pronta recuperación y creación de fábricas de agua, pues la crisis a nivel global se agrava y han empezado ya los indicios de lo que serán fuertes guerras por el agua que es cada vez más escasa.
Resaltó que Luvianos se encuentra alejado de los principales centros metropolitanos de la entidad, el Valle de Toluca y el Valle de México, y presenta una problemática típica de los municipios rurales de la entidad: incendios forestales, deterioro de los recursos forestales, abandono de tierras de cultivo, falta de infraestructura para el tratamiento de aguas agroindustriales y contaminación del suelo con agroquímicos, entre otros.
Asimismo, dijo que Luvianos era considerada como la mayor fábrica de agua en esta región X Tejupilco, ubicándose al suroeste del Estado de México, colindando al norte con los municipios de Otzoloapan, Zacazonapan y con el estado de Michoacán, y al este con Tejupilco.
Mojica Martínez hizo un llamado urgente para la atención y combate frontal contra el gusano descortezador que ha dañado miles de árboles en la sierra y se expande por todos los bosques del sur y todo el estado, “siendo que cada vez son más notorios los manchones cafés en las zonas forestales, indicios de más y más árboles enfermos y lo peor, sin remedio alguno”.
En ese entendido, precisó que su asociación realizó una reunión en días pasados para determinar acciones, evaluar el problema y decidir qué hacer, considerando la urgente acción para proteger y restaurar la zona forestal que está muy devastada.
Finalmente, mencionó que los habitantes de Luvianos recuerdan con nostalgia cómo en su niñez y adolescencia disfrutaron la belleza y beneficios de los grandes manantiales y arroyos, además de una vegetación abundante.