Del campo a la mesa: recuerdan mujeres de Tepetlaoxtoc antiguas recetas

Entre el carbón, fogones y anafres, se hicieron presentes los espíritus de las mujeres que luego de trabajar la tierra, luchaban por cocinar el sustento diario de sus hijos.

TEPETLAOXTOC, Edomex., 24 de octubre de 2015.- Mujeres campesinas recordaron las antiguas recetas de las abuelas, que fueron heredando desde la época prehispánica hasta nuestros tiempos y que aún forman parte de la alimentación de nuestros pueblos mexiquenses en la región de Tepetlaoxtoc.

Ellas recordaron las recetas ancestrales, realizadas con ingredientes del campo como nopales, quelites, maíz, quintoniles, cenizos, calabacitas, habas, frijol, ayocotes y  alberjones, entre otros.

Todas ellas de origen campesino, presentaron guisos como «Los Llemini», también conocidas como «empedradas», gorditas de masa con alberjones que se cocinan en el comal, haciéndose acompañar con salsa de Xoconoztle, cáscara de tuna asada y «totoromole», guiso de la flor del quelite cenizo, sólo sazonado con sal, ajo y cebolla.

«Era el ‘itacate’ de los hombre que se iban a trabajar la tierra. En mi familia de los que se iban al cerro a trasquilar borregos llamados ‘clapuchincles’, apodo que por muchos años llevó mi familia, pero que así nos alimentaron», dijo doña María Ramírez Franco.

Doña Julia García Vargas presentó los frijoles negros con bolitas de masa con manteca, lo que le da un sabor especial a los frijoles y la sensación de estar comiendo carne.

La señora Crispina Téllez nos dijo que madrugó a las 5:00 de la mañana para ir al cerro a cortar pencas de nopal, a las que les sacó el centro, es decir el corazón, para preparar su guiso, llamado «Nopalachitle», el que se deshace en la boca con una explosión de sabores a hierba y ligeramente picante, agradable al paladar.

También hubo tamales, como «los Pisiles con mole», un tamal de masa mezclada con frijol o habas y anís, que se sirven con mole y era un platillo tradicional de las fiestas. Josefina Fragoso Miranda señaló que este guiso lo aprendió de su abuela, y lo hacían cuando había bautizos, resaltando su sabor con el mole.

Juan Miranda Alvarado, regidor perredista de Tepetlaoxtoc, fue el organizador del evento, quien llevó premios para las mujeres con los guisos más originales, económicos, tradicionales y nutritivos.

Recordó que esta idea nació del trabajo conjunto de las mujeres, que cargaban piedra para apoyarse en la construcción de sus casas, al final compartían la comida, todos guisos que por años se han heredado de padres y abuelas, para alimentar a la familia.

«En esos momento me encontré con mi pasado culinario», dijo el regidor, evocando los espíritus de las abuelas que la tarde del jueves se posesionaron del recito en donde se realizó el concurso.

Afirmó que el concurso de platillos tradicionales, es una forma de rescatar esas viejas recetas, «es un acto de amor a la buena comida, y de rebeldía contra los alimentos procesados que sólo hacen ricos a quienes cada día envenenan nuestros cuerpos con sus productos chatarra», dijo el regidor.

Agregó que es un acto de defensa del campo, de la tierra y los frutos que da como alimento sano para hacer crecer a nuestros hijos”.

Entre el carbón, fogones y anafres, se hicieron presentes los espíritus de las mujeres que luego de trabajar la tierra, luchaban por cocinar el sustento diario de sus hijos, llevando del campo la materia prima que nutría y hacía crecer a los pequeños.

Se presentaron guisos como las tortitas de Ahuautle, es decir de huevo de mosco, platillo prehispánico de los habitantes de la rivera del lago de Texcoco; no faltaron las salsas de Xoconostle, de cáscara de tuna, el mole de pollo criollo, Huazontles en Pipian.

Para la temporada, presentaron «el chicualole»  dulce de calabaza, con caña y guayaba, que se utiliza para la ofrenda de día de muertos, así como el dulce de pera.

Aunque al final se entregaron tres premios, en este caso todas las mujeres participantes fueron ganadoras, porque dieron a conocer recetas que aprendieron de sus antepasados, y que nutrieron a sus familias y compartieron sus guisos en una gran convivencia entre vecinos de Tepetlaoxtoc.