Balazos en el pie
Las leyendas y los refranes populares son parte de la cultura en México, y la política no podría ser la excepción. En el argot de este medio existen frases como “la caballada está flaca” “el que no tranza no avanza” “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” “a mí no me des, ponme donde hay” “amistad que no se refleja en la nómina es pura demagogia”. También hay términos y figuras como “dedazo” “tapado” “destape” “operación rastrillo” “ratón loco” “operación carrusel” “operación tamal” “operación cicatriz” “año de Hidalgo” y los tan de moda candidatos “chapulines”. Frases célebres atribuidas a destacados políticos, aunque no siempre sea real la autoría, como esa de “un político pobre es un pobre político” y “entre más obra, más sobra” que supuestamente dijo Carlos Hank González. O la de “Yo no soy de San Luis Potosí, San Luis Potosí es mío” o “la moral es un árbol que da moras” que dijera el célebre cacique potosinoGonzalo N. Santos. “El que se mueve no sale en la foto” que dijera Fidel Velázquez. Y frases que quedaron para la posteridad, como “la juventud es una enfermedad que se cura con las años” que dijera Luis Echeverría Álvarez; “defenderé el peso como un perro” “no pago para que me peguen” y “orgullo de mi nepotismo” que dijera José López Portillo. “Ni los veo ni los oigo” de Carlos Salinas de Gortari; “no traigo cash” y “sana distancia” de Ernesto Zedillo; “Lavadoras de cuatro patas” “trabajos que ni los negros quieren hacer” “como viles chinos” “¿y yo por qué?” “José Luis Borgues” y un sinfín de “resbalones” que nos recetó todo el sexenioVicente Fox. El “aiga sido como aiga sido” de FeCal así como las del actual mandatarioEnrique Peña Nieto que no se queda atrás en cantidad de frases, de las cuales solo rescatamos la de “yo no soy la señora de la casa” y la más reciente “ya se que no aplauden”.
Se habla también de hechos que consideraremos como simples “leyendas urbanas”, algunas de ellas documentadas en libros como el de “Negocios de Familia, biografía no autorizada deEnrique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco” (Planeta, 2009), de Francisco Cruz y Jorge Toribio Cruz, donde se habla de una supuesta “bruja” o “vidente” de nombre Francisca Barrios Montiel, les habría dicho en los años cuarenta, a los integrantes del polémico y tan negado “Grupo Atlacomulco” que de ellos saldrían 6 gobernadores. Y así sucedió: Isidro Fabela Alfaro (fundador de ese grupo y “santo patrono” de la clase política dominante) Alfredo del Mazo Vélez, Salvador Sánchez Colín, Alfredo del Mazo González, Arturo Montiel Rojasy Enrique Peña Nieto. De ellos, uno sería Presidente de la República. Recordemos que dos de ellos se quedaron en la ante sala de la candidatura: Alfredo del Mazo González perdió anteCarlos Salinas de Gortari la postulación y Arturo Montiel Rojas ante Roberto Madrazo Pintado. Finalmente Enrique Peña Nieto lo logró a partir de un posicionamiento nacional trabajado con una millonaria “inversión” de recursos públicos en los medios de comunicación, principalmente en la televisión y específicamente en Televisa. Haciendo a un lado el caso de la “vidente” lo cierto es que sí surgieron gobernadores atlacomulquenses y que para que el “Grupo Atlacomulco” llegara a Los Pinos, “la tercera” fue “la vencida”.
Dejando de lado el libro mencionado, casualmente se dice que los tres ex gobernadores atlacomulquenses están emparentados. Alfredo del Mazo González y Arturo Montiel Rojasse supone que son tíos de Enrique Peña Nieto. Y coincide que los tres buscaron la primera magistratura. Solo uno lo logró.
Esto nos habla de la visión del poder de estos personajes, que lo ven no con un enfoque republicano, sino como un criterio más bien monárquico, patrimonial. De ahí el marcado nepotismo en los espacios de poder, tanto en la administración pública como en los cargos de representación popular, así como en algunos puestos en el partido gobernante. Y esto no tiene nada de “leyenda”.
Pero si de leyendas hablamos, existe una que refiere que en una reunión, Arturo Montiel Rojas había reunido a líderes políticos de varias regiones del estado para compartirles su reflexión en el sentido de que a todos ellos les había costado trabajo llegar hasta ahí y que no era justo que al terminar sus respectivos mandatos, a sus hijos no les fuera tan bien como a ellos, que incluso fueran negativamente señalados y que lo mejor era prepararlos para heredarles el poder. En lo personal, sí lo consideramos una “leyenda urbana”, al menos mientras no sea comprobable, pero el concepto de “leyenda” es que la mitad de ella es ficticia y la otra mitad es real, y en este caso, lo que sí tiene de cierto, es que primero Montiel Rojaspreparó a un grupo de jóvenes que incluyó en su gabinete llegando incluso a ocupar secretarías y direcciones, los llamados “Golden Boys”, uno de ellos resultó ser su sucesor en la gubernatura mientras él buscaría llegar a la silla presidencial. Y a quien le entregó el palacio de gobierno de Lerdo 300 fue a su supuesto sobrino Enrique Peña Nieto, quien ya no solo continuó con los “Golden Boys” sino que les dio poder directamente a los júniors. En las elecciones locales y federales de 2006, 2009 y 2012, fueron apareciendo algunos júniors en las listas de candidatos, principalmente su primo Alfredo del Mazo Maza, hijo del ex gobernadorAlfredo del Mazo González y nieto del también ex gobernador Alfredo del Mazo Vélez. Y todo indica que lo hará gobernador en 2017.
Ahora que se dieron a conocer las listas de candidatos a diputados federales (que comentamos en anteriores entregas) la gran crítica fue el “chapulineo” de personajes que llevan hasta más de diez años en el presupuesto, pero principalmente, por los júniors que están muy bien distribuidos en la cartografía del estado, es decir, los cacicazgos regionales tiene garantizada su continuidad en el poder. Y vienen más… ¿Y nosotros los “proles”?
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