Muere niña tras ser arrollada por camión público en Toluca; su madre lesionada
TLALNEPANTLA, Edomex., 4 de febrero de 2015.- Familiares y amigos recibieron con aplausos y honores el cuerpo de Mónica Orta Ramírez, enfermera de 30 años que murió a causa de las quemaduras que sufrió por la explosión ocurrida en el Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, ocurrida la mañana del pasado jueves.
Después de que casi el 80 por ciento de su cuerpo quedó con severas quemaduras que la llevaron a la muerte, Mónica es recordada como una mujer muy cariñosa que se entregaba en cuerpo y alma a cuidar de sus pacientes.
Mónica estaba internada en el área de terapia intensiva del Instituto Nacional de Rehabilitación, y de acuerdo con sus familiares, el amor a su trabajo la hizo no dejar solo a un bebé que estaba en condición de gravedad. Con ella se quedaron Juana Zacarías y Jose Luis Tinoco, enfermera y camillero respectivamente, ambos también luchan por su vida.
Con lágrimas en los ojos, sus familiares y amigos la recordaron como una heroína que entregó su vida por salvar a los niños que atendía, además de que dejó huérfanos a sus tres hijos de 1, 7 y 8 años.
“Mónica tenía tres años de laborar en el Hospital Materno Infantil, pues antes trabajaba en el DIF de Tlalnepantla”, relató Alvaro Orta, padre de la fallecida y ex regidor del PRD en el trienio 2006-2009 en Tlalnepantla.
Triste, mencionó que «Mónica era de gran corazón, era muy noble mi hija, mi hija se quitaba lo que tenía para darlo, le gustaba mucho ayudar, le gustaba dedicarse a sus hijos que eran su adoración».
La enfermera heroína será sepultada este jueves en el panteón de la colonia Loma Tlalnemex, en Tlalnepantla.