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ATIZAPÁN, Edomex., 20 de febrero de 2014.- Estudios toxicológicos realizados recientemente a la presa Madín revelaron concentraciones de metales pesados superiores a los límites permisibles en el agua para consumo humano, que abastece del vital líquido a los municipios de Naucalpan y Atizapán.
De acuerdo con información de El Sol de Toluca, la presa Madín, ubicada en el afluente del río Tlalnepantla, abastece de agua potable a los habitantes de esos dos municipios con 0.5 metros cúbicos por segundo y se han encontrado en sedimentos de la zona lacustre sustancias tóxicas tales como metales pesados, solventes, ácidos, grasas, aceites, entre otros.
Eduardo Espinosa Medel, gerente operativo de la Cuenca Presa Madín, tras dar a conocer los resultados toxicológicos realizados recientemente, sostuvo que aunada a la contaminación por aluminio y fierro reportada por investigadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN), hay acidez en el agua, al ubicarse el pH del gran estanque en 5.6, ya que se registró el cambio genético en los peces, principalmente en pulmones y cerebro.
Cabe mencionar que peces de esta presa, ubicada en los límites de los municipios de Atizapán y Naucalpan, son utilizados como alimento por los pobladores de las comunidades del Viejo Madín.
Los estudios cuestionan la salubridad y potabilidad del agua en la presa Madín, por lo cual resulta necesario revisar los procesos de potabilización.
Espinosa Medel indicó que hay otros metales en el embalse, los cuales se alejan de los límites permisibles de la norma 127 SSA1, como son nitratos, nitritos y nitrógenos amoniacales.
Del mismo modo, se detectaron cantidades importantes de sustancias hormonales derivadas de anticonceptivos y heces fecales.
Estimó que las autoridades locales han sido omisas en su responsabilidad para reportar a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la falta de operatividad de las plantas tratadoras de agua en Atizapán y Naucalpan, pues el estudio arroja la presencia de metales en el vital líquido por arriba de los límites permisibles para el consumo humano.
El entrevistado señaló que el diseño de la planta tratadora de agua de la presa Madín sólo mide descargas municipales. Mencionó que es necesario realizar investigaciones epidemiológicas para conocer si en la región se registran enfermedades asociadas con este hecho, como son los problemas gastrointestinales.