Día histórico para la música de órgano en Metepec: David Soteno

METEPEC, Edomex., 12 de octubre de 2014.- La noche del sábado fue “un día histórico”, afirmó el organista solista nacido en Metepec, David Soteno Jiménez, al término del concierto que brindó acompañado por la Orquesta Filarmónica de Toluca, en el segundo día de actividades del Festival Quimera 2014.

Con un programa de dos obras, una de George Friedrich Haendel y otra de Camille Saint-Saëns, la Orquesta dirigida por Gerardo Urbán y Fernández generó una entusiasta reacción en el público que acudió a la parroquia de San Juan Bautista, a escuchar el barroco Concierto para Órgano en Sol menor y Sol mayor número 1, opus 4, de Haendel, y la tercera sinfonía del romántico Saint-Saëns, para formar un programa “que difícilmente se toca en México”, concluyó Soteno Jiménez, quien desde 2009 es director artístico de los conciertos de órgano del Festival Quimera.

En sus palabras, este concierto significó “una oportunidad invaluable de escuchar música compuesta para órgano y orquesta”, hecho que vuelve singulares a Metepec y al Festival Quimera de este año, gracias al apoyo de la Filarmónica de Toluca, agrupación que anoche interpretó magistralmente ambas obras, luego de una didáctica explicación acerca de sus pasajes más significativos, a cargo de Urbán y Fernández.

Al reiterar la importancia de este concierto, Soteno Jiménez explicó que “el maestro Urbán y yo nos pusimos de acuerdo para interpretar estas dos obras que representan lo mejor del repertorio en dos géneros diferentes: uno barroco y uno romántico”, y agradeció al público su entusiasta respuesta.

El intérprete, quien nació en Metepec y se formó en la Escuela Diocesana de Música Sacra de Toluca, para luego continuar sus estudios en el Conservatorio Nacional de París, hizo un encore intermedio con la Tocata y fuga en Re menor, BWV 565, del compositor barroco alemán Johann Sebastian Bach, para ser ovacionado por el público, que de pie celebró la exacta elocuencia de la música que dejó en los asistentes un mensaje de esperanza y paz, como bien lo adelantó en su explicación el director Urbán y Fernández.