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Aparecen bolsas con restos en la colonia El Chamizal; se presume que son cuerpos humanos
TEXCOCO, Edomex., 14 de abril de 2015.- Una ex residente del Hospital “Dr. Rafael Lucio” del estado de Veracruz, reveló las injusticias y violaciones a derechos humanos que se cometen para cumplir con la especialización en medicina interna, ya que sufren desde agresiones verbales hasta exigencias económicas para que puedan estar en el nosocomio.
La doctora Gabriela Torres Escobar, vecina de este municipio, tuvo que buscar un amparo federal ante las injusticias que vivió en dicho centro médico en Veracruz, donde llegó a especializarse.
Su historia inició el 25 de octubre de 2012, cuando recibió de la Comisión Interinstitucional para la Formación de Recursos Humanos para la Salud (CIFRHS) una constancia de seleccionada, ya que había aprobado el examen nacional para aspirantes a Residencias Médicas del 2012.
Para especializarse en medicina interna ella escogió el Hospital “Dr. Rafael Lucio” ubicado en la avenida Adolfo Ruiz Cortines No. 2903, en la colonia Unidad Magisterial de Xalapa, Veracruz, pero nunca pensó que algunos directivos le harían la vida difícil.
El 1 de marzo de 2013 inició su residencia en la especialidad de medicina interna y se enteró a través de los médicos Ricardo Sánchez Castañeda, Alin Cristela López Ruiz y el residente de segundo añ, Héctor Hugo Escutia Cuevas, que todos los de nuevo ingreso tenían que aportar la cantidad de 2 mil pesos.
Además, cada viernes se tenía que pagar la comida a todos los residentes y cumplir un castigo que denominaban “marrano”, el cual se imponía a los nuevos residentes.
«Se me asignaron cargas académicas que no correspondían a la residencia, castigos de quedarme más tiempo en las guardias, se me trató con palabras humillantes», relató.
Además sufrió acoso laboral, abuso de autoridad, burlas, castigos excesivos por parte de sus superiores para que renunciara a la residencia médica.
Gabriela Torres Escobar, al igual que otras residentes, aguantó la presión pero el 1 de octubre del 2013, sin más explicación, la doctora Rosalía Topete Pabellón, por órdenes de la doctora Alin Cristela López Ruiz, le indicó que ya no podía continuar con la residencia médica y ordenó que firmara la renuncia.
La residente buscó alternativas para saber el motivo de su supuesta baja hasta llegar con Pablo Uriel Hernández Pérez, subdirector de Gestión de Formación en Salud, quien le dijo que fue dada de baja por bajo rendimiento.
Sin embargo, la doctora Gabriela Torres argumentó que cómo era posible que se le diera de baja si ella pasó un examen nacional al que acudieron 32 mil aspirantes y pasó en el número 601 de los 798 medios que fueron seleccionados.
Ante esto que consideró una injusticia, Gabriela Torres interpuso un juicio de amparo el 11 de noviembre de 2013.
«Me vi en la necesidad de interponer el juicio de amparo ante los Juzgados de Distrito, ya que la baja de la que fui objeto por parte de las autoridades que señalé como responsables no fue justa ni honesta. Una vez que el juez de Distrito recibió los informes previos de las autoridades responsables, el día 12 de diciembre de 2013 dictó una Suspensión Provisional a efecto de que se me reincorporara a la Residencia Médica de la que fui dada de baja injustamente», expresó.
Para el 20 de enero de 2014, un juez de distrito ordenó su reincorporación a su residencia médica.
Sin embargo, los hostigamientos laborales no cesaron y la doctora Gabiela Torres tuvo complicaciones con un embarazo, así que el 15 de agosto de 2014 se le impidió su entrada al centro de especialidades médicas «Dr. Rafael Lucio», a pesar de que contaba con la protección de un amparo.