Tren Interurbano eleva 20% la demanda de vivienda en Valle de Toluca
TOLUCA, Edomex., 17 de febrero de 2014.- Dotar de agua a los más de 20 millones de habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México genera diversos problemas, entre los que destaca que la extracción supera la recarga, señaló la profesora e investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Alejandra Toscano Aparicio.
Tras señalar que si bien estos datos son de suma importancia para la planeación y generación de estrategias para contrarrestar estos problemas, la universitaria sostuvo que también es necesario conocer la percepción social de los efectos ambientales, sociales y económicos de estos procesos, así como conocer la actuación de las autoridades para manejar el constante estado de riesgo que enfrenta la población.
En este sentido, comentó que su trabajo de investigación “Efectos ambientales, sociales y económicos de la extracción de agua subterránea en Tláhuac y el Valle de Chalco, Zona Metropolitana de la Ciudad de México” tiene como objetivo analizar la situación de la Zona Metropolitana de la capital del país, porque es una de las que presenta mayores concentraciones de población en todo el mundo, lo cual implica una fuerte presión sobre los recursos naturales.
Indicó que los más de 20 millones de habitantes de esta zona consumen grandes cantidades de agua potable, la cual se obtiene en un 60 por ciento del subsuelo, lo cual es uno de los graves problemas del lugar.
Por esta razón, detalló que su trabajo incluye la realización de un análisis de cartografía temática, así como revisar fotografías aéreas e imágenes satelitales, con la finalidad de detectar los cambios ambientales y del uso del suelo en la zona.
También, refirió, se analizaron las características socioeconómicas y culturales de la población, con la finalidad de detectar su nivel de vulnerabilidad y se aplicaron encuestas y entrevistas a diferentes actores sociales.
Los datos obtenidos, dijo, revelaron que la población está preocupada por los riesgos que constantemente enfrentan, además de la escasa capacidad de las autoridades delegacionales y municipales para gestionar el riesgo.
Sin embargo, lamentó, también es preocupante la discrepancia entre gobernados y gobernantes para tomar acuerdos y plantear propuestas que permitan un uso más sustentable del agua.