Balazos en el pie
¿Estás harto de tu empleo pero no tienes de otra?
¿Cuántas veces te has puesto a analizar el número de horas que pasas en la oficina o en tu lugar de trabajo, seis, ocho, diez o más horas? Si sumamos esas horas a la semana y al mes, caeríamos en la cuenta de que es por lo menos un tercio o hasta la mitad de nuestro tiempo productivo de toda una vida.
Y en este largo tiempo ¿Cómo es el tipo de convivencia que existe en tu lugar de trabajo?, estresante, de tensión, competencia malsana, predominan las personalidades cuyos rasgos sobresalientes son la envidia y la descalificación de los demás, o aquellos otros en donde la cabeza se encarga de limitar y hasta obstaculizar tu crecimiento personal?
Al respecto ¿sabías que un buen ambiente laboral te hace más productivo y por el contrario uno que te perjudica emocionalmente, puede incluso hacer que en el mejor de los casos renuncies, pero también puede acarrearte enfermedades, malestar emocional y hasta la sensación de que tu vida no tiene sentido, aún y cuando el sueldo que recibas sea elevado?
En torno a este tema María Fernanda Galarsi refiere la importancia de tomar en cuenta la salud mental de los individuos, es decir; la capacidad de las personas para sentirse bien consigo misma respecto a los demás y ser capaz de enfrentar por sí misma las exigencias de la vida, cuando ésta no es la percepción que tienes de tu trabajo es hora de tomarlo muy en serio porque las consecuencias para ti pueden ser fatales.
El trabajo que has elegido como fuente de ingresos para cubrir tus necesidades económicas, no debe ni tiene por qué ser sólo eso. La actividad que has elegido debe ser aquella que además de retribuirte económicamente también te procure un estado mental tan saludable que contribuya a acrecentar tu creatividad, la alegría de vivir y por qué no el deseo por regresar después de un período de vacaciones, o aquél por el que los lunes no son un martirio y los fines de semana son sólo para convivir con tu familia y recargar las pilas.
Pero ¿qué hacer entonces cuando se está en un espacio en el que el único beneficio es el ingreso económico y además no hay de momento otras oportunidades para mejorar el ambiente? No todo está perdido, racionalizar el asunto puede comenzar a ayudar para sentirse mejor.
Si de momento el ambiente laboral no ayuda mucho para obtener tranquilidad mental, te sugiero lo siguiente: reforzar los lazos con los compañeros con los que sí hay afinidad, así sea uno solo. Buscar otras alternativas con miras a cambiar de trabajo. Cubrir otra parte del tiempo con una actividad que disfrutes mucho aunque no te paguen por hacerla.
Lo anterior te ayudará a hacer más llevadera la espera en lo que llega algo más, o bien pensar que un trabajo sirve para pagar las cuentas y otro para dar sentido a tu vida, también puede mejorar mucho tu percepción sobre ese empleo que hasta ahora sólo te ha hecho creer que “no tienes de otra”.
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