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La Polémica | ¿Le fallará MORENA Edomex a la presidenta?
¿ERES DE LAS PERSONAS QUE CREEN QUE NO MERECEN?
¿Cuántas veces hemos escuchado que es mejor ser humilde que pasarse de soberbio?. Sin embargo en eso de ser humilde no hay que exagerar, ya que si se repite una y otra vez que no se es merecedor o merecedora se puede caer en no tener conciencia de lo que se está diciendo y hasta renunciar a las oportunidades que la vida nos brinda.
Comencemos por explicar uno a uno algunos de los “inmerecimientos” que andan por ahí entre las personas. Por ejemplo aquel que se la pasa diciéndole a la novia “es que no te merezco, no merezco una mujer como tú” cuidado puede tratarse de un problema de autoestima, y puede ser que la mujer se crea que no es la persona con quien tenga que estar o bien comience por mirarlo chiquito, apocado.
Otro ejemplo es no merezco su perdón, regularmente este “inmerecimiento” responde a personas que constantemente se están culpando de todo.
Es mejor pensar que sí se merece el perdón. Como ejercicio para lograrlo piensa en ¿quién sobre la faz de la tierra no comete equivocaciones?, es más he de decirte que la vida se construye con los aprendizajes que se obtienen de los errores y las equivocaciones.
Uno de los “inmerecimientos” que hacen mucho daño es cuando una mujer en lugar de aceptar que su marido es un infiel, prefiere pensar que algo ella no hizo bien que orilló o empujó a su marido para que se fuera con alguien más, y pasan la vida rumiando “no soy lo suficiente buena para él, entonces no lo merezco”.
Pero no sólo de manera directa se dice el “no merezco”, también existen otras formas sutiles o disfrazadas de decirlo.
Supongamos que te ofrecieron un cargo distinto al que tienes, pero éste requiere de mayor grado de compromiso en todos los sentidos. Tal vez tengas que reorganizar tu tiempo porque requiere de que llegues más temprano y salgas más tarde, quizás implique cuidar más de tu arreglo personal o de comprarte un auto o a lo mejor de que retomes ese posgrado que tanto habías pospuesto.
Entonces, en lugar de reorganizar todo, crees que no podrás y esperas a que se llegue el último día de plazo que te dieron para decidirlo y simplemente dices a tu jefe “muchas gracias por la oportunidad pero no creo ser la persona idónea para ese cargo”.
Es decir; detrás de todas ideas sobre no seré capaz como: “mejor no porque y si no sale bien”, o “qué tal que pierdo lo que tengo aunque sea poquito”, etc. Hay la plena seguridad de que no se es merecedor de algo mejor.ç
Si bien es cierto que las decisiones se deben analizar, también lo es que en otras, si no hay mucho qué perder es bueno arriesgar, con todas las ganas, la inteligencia, la decisión, disciplina y constancia para que salga bien la nueva tarea.ç
Recuerda que pensar que no mereces puede hacer que renuncies a las oportunidades que la vida te brinda, piensa que si éstas se te presentan es porque son para ti. A ti sólo te toca elegir.
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