
El reverso de la moneda
Justo cuando el gobernador del Estado de México Eruviel Ávila Villegas recibió un reconocimiento de la fundación Elisa Carrillo por el apoyo en el arte y la cultural, así como por dar becas a niños que desean estudiar ballet, justo en ese momento, en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario (CCMB) de Texcoco se desataba todo un escándalo en torno a la coordinadora Mónica Belén Hernández Bennettz, quien es acusada de discriminar a los asistentes que intentan ingresar a los espectáculos culturales.
Y la queja masiva que hubo en su contra no es nada nueva, desde que Eruviel Ávila la nombró coordinadora general de este recinto cultural, Mónica Belén se ha dedicado a abusar de este espacio, para, de alguna forma, beneficiarse políticamente y hacer trabajo «hormiga» a favor del PRI de Ecatepec.
Mónica Belén fue nombrada coordinadora del CCMB el jueves 22 de noviembre de 2012 por el mismo gobernador Eruviel Ávila, quien la adoptó políticamente después de que fue despedida del ayuntamiento de Ecatepec, cuando era secretaria particular del alcalde perredista José Luis Gutiérrez Cureño.
La única virtud de Mónica Belén fue aprovechar una traición política contra el PRD y contra José Luis Gutiérrez Cureño, quien le abrió las puertas de su administración gracias a que se la recomendó el entonces obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda.
Incluso, por ello, se hizo cargo de una subdirección para atender asuntos religiosos, por esa liga que existía con el poderoso obispo.
Esa traición, como otras al PRD, le ayudó de alguna forma a Eruviel Ávila Villegas a quitarle el poder a los perredistas en Ecatepec; en premio, Mónica Belén fue en la lista de regidores al Ayuntamiento que entonces ganó en las urnas el hoy gobernador del Estado de México.
La ahora flamante coordinadora del CCMB nada sabe de cultura, nada; ella es licenciada en Ciencias Políticas y Administración Pública, y únicamente tuvo relación con la cultura cuando empezó a cobrar su jugoso sueldo en el recinto de Coatlichán.
Desde su llegada al CCMB, el recinto se fue de «picada» en materia cultural, despidió a personal que es experto en esa materia y colocó a sus allegados, que también eran unos ignorantes para manejar un recinto como el costosísimo centro cultural de Texcoco.
Sin embargo, nadie, ningún funcionario del Estado de México puede meterse con Mónica Belén, por ser protegida de Eruviel y formar parte de «las nuevas juventudes de Enrique Peña Nieto».
De ex regidora de Ecatepec, pasó a ser coordinadora del CCMB, pero en «compensación» porque perdió la elección para diputada federal por parte del PRI-PVEM en el Distrito Federal 17 de Ecatepec, única curul que ganó el PRD en Ecatepec.
Pero Mónica Belén quiere quitarse esa espina y está dispuesta a pelear electoralmente otro espacio de elección popular en Ecatepec, ya sea la presidencia municipal u otra curul -local o federal-, por ello, aprovecha el espacio cultural de Texcoco, para llevar a grupos de colonos adheridos al PRI, para que ocupen los primeros lugares de las filas.
De acuerdo con testigos, en cualquier acto cultural o espectáculo musical como los últimos de José José y Napoleón, a pesar de las enormes filas que había para poder ingresar al recinto, las indicaciones de la coordinadora del CCMB, es meter primero a los colonos de las bases del PRI en Ecatepec y después a los asistentes que están en las filas, esperando algún boleto.
Los priistas son llevados en autobuses como parte de «la cortesía» de Mónica Belén, para que «disfruten del espectáculo que paga el gobernador Eruviel Ávila Villegas».
Este sistema de «acarreo cultural» no es conocido públicamente porque es manejado de manera discrecional por la coordinadora del CCMB y sus allegados, a pesar de la molestia de otros directivos del centro cultural que no pueden hacer nada porque están amenazados con ser despedidos.
Los que pagan «los platos rotos», por decirlo de alguna manera, son los niños, ancianos, amas de casa, trabajadores, estudiantes, profesionistas que se pasan horas y horas parados afuera del auditorio Elisa Carrillo, para alcanzar un boleto o un lugar en los espectáculos.
La descripción que hace Sofía Gómez Villegas sobre la discriminación que sufrieron por parte de la coordinadora del CCMB, Mónica Belén Hernández, es más que clara.
Aquí el texto íntegro para que usted, amigo lector, forme su propia opinión.
“Quisiera comentarle lo acontecido ayer lunes 28 de julio en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario
A las 6 de la tarde estaba programada la presentación del espectáculo de los Niños virtuosos del Cáucaso en la Sala Elisa Carrillo de dicho centro. Como ha sido habitual los espectáculos son de entrada libre y hay que llegar con al menos una hora de anticipación para lograr un boleto de acceso.
A nuestra llegada (una hora y cuarto antes de las 6) ya había aproximadamente 100 personas formadas, pero a diferencia de otros eventos en el mismo sitio, en la taquilla había un anuncio que indicaba “boletos agotados” lo cual desconcertaba a todos lo que iban llegando. El personal de vigilancia indicaba, “Los boletos se entregaron a las 10 de la mañana, pero si usted quiere fórmese y si no llegan algunos de los que tienen boletos usted podría entrar; pero no es seguro”. Todos nos preguntábamos a que se debía este cambio en la forma de entregar los boletos para el evento, o tal vez pudo ser una invitación a un grupo especial. Con la esperanza de alcanzar un sitio, otras personas se fueron agregando a la ya larga fila que para las 5:15 rebasaba las 300 personas, algunas con sombrillas tratando de protegerse del sol quemante. A las 5:20, se observó la entrada de algunas personas que contaban con boleto, a las 5:30, el cielo se oscureció y empezó a soplar un fuerte viento, quienes llevaban niños pequeños e incluso bebés, buscaban la manera de protegerlos pues la temperatura descendió rápidamente, se pegaban a los muros del Centro cultural y algunos se protegían a un lado de las máquinas expendedoras de productos industrializados, cubriendo a sus hijos lo mejor que podían. Era desesperante el mantenerse allí dada la inclemencia del clima, empezaron a caer algunas gotas de lluvia, pero eran ya las 5:40 y era obvio que gran parte de los afortunados que tenían boleto no habían llegado y de un momento a otro se franquearía el paso a los que estoicamente continuábamos esperando. En forma insistente pedíamos al personal de vigilancia que permitieran el acceso a las personas que estábamos en la fila sin boleto, dado que aparentemente ya no había más personas en la fila con boleto, porque a esas alturas el caminar hacia el estacionamiento hubiese implicado llegar mojado por las gruesas gotas de lluvia que persistían. Pero ellos tenían instrucciones de negar el acceso. A las 5:45 se desató una tormenta, con algo de granizo, ya no había espacio alguno para guarecerse, fue entonces cuando la administración del Centro Cultural Mexiquense cedió y permitió el acceso a los ciudadanos que esperábamos en la fila. En las fotos anexas se observan a las personas mojadas, ya en el lobby de la sala Elisa Carrillo, y el piso brilla por el agua que escurría de sus ropas empapadas. “Milagrosamente la mayoría, si no es que todos los de la fila sin boleto, obtuvimos una butaca en la sala Elisa Carrillo”. El espectáculo se retrasó debido a que el embajador de Georgia, invitado de honor, aunque ya se encontraba en el Centro Cultural Mexiquense, no podía trasladarse hasta la sala por la intensa lluvia.
Antes de iniciar el espectáculo, Mónica Belén Hernandez Bennettz, Coordinadora del Centro Cultural Mexiquense, nos hizo hincapié en que su costo en otro sitio sería entre 500 y 1200 pesos, pero aquí en Texcoco era gratis gracias al sr. Gobernador Eruviel Ávila, y alguien espetó ¡eso se obtiene de nuestros impuestos!, y hubo quien preguntó y ¿se supone que debemos agradecer y soportar el trato inhumano?
Debe quedar claro que el Centro Cultural Mexiquense, así como todos los espacios públicos, deben ser administrados para el fin al que están destinados, con un manejo transparente en beneficio de los ciudadanos de este país, quienes además somos contribuyentes, y esperamos respeto y no debemos permitir discriminación de ninguna clase.
Agradezco su atención, atentamente
Sofía Gómez Villegas