Deleitará gastronomía mexicana a París durante Día de Muertos
TOLUCA, Edomex, 14 de agosto de 2015.- Retrocedemos en el tiempo setenta años. Es 14 de julio de 1945, el reloj ronda las siete de la tarde y el presidente Truman acaba de anunciar, en un discurso público, el fin de la Segunda Guerra Mundial tras la rendición de Japón.
Miles de personas inundan las calles del centro de Nueva York para celebrar la victoria de Estados Unidos y, sobre todo, el fin de la guerra. Allí, entre la muchedumbre de Times Square, un joven marinero, emocionado por la situación, agarró el brazo de una bella enfermera, que cerró los ojos y se dejó llevar.
Él plantó decidido sus labios sobre los de ella entre la muchedumbre.
Alfred Eisenstaedt, un fotógrafo germano-americano que trabajaba para la revista Life, también estaba allí. Eisenstaedt desenfundó su Leica y logró que ese instante, apenas unos segundos, quedara inmortalizado en blanco y negro para la historia, y que ese beso fuera, posteriormente, conocido como El beso.
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