El diván de Cony

Transformemos los pensamientos negativos en oportunidades creativas

El valor y dimensión de los sucesos positivos y negativos de nuestra vida tienen su control en el pensamiento.

Si señores, tal vez no tengamos el control de los eventos que nos suceden, ni mucho menos de cómo es que se dan, ya que regularmente pensamos sobre algunas cosas que componen nuestros planes y cómo nos gustaría obtenerlas o que tuvieran su curso en nuestra vida, y lo imaginamos sin tropiezos.

Es decir, tenemos ciertos objetivos en la vida, pero por un lado no pensamos en su naturaleza si es compleja o común, sólo los queremos alcanzar. Por otro lado olvidamos también que en nuestra vida están inmersas otras vidas que se cruzan con nuestros planes que tal vez harán que se vean amenazados o incluso hasta tengamos que olvidarnos de ello para siempre y reorientar el camino.

Cuando sucede esto algunas personas comienzan a ser invadidas por una ola de pensamientos negativos que no les permiten ver otras alternativas, sólo están inmersas en aquello que no se logró o que ya no está. Comienzan a echarle la culpa a la mala suerte o a alguna “mala persona” que vino a arrebatarles la felicidad.

Sabes, la vida no siempre es cuestión de obtener todo lo que queremos, la vida está llena de situaciones de aprendizaje que requerimos para crecer más. Quizás con esto me escuche un tanto ligera de fundamentos, pero si analizamos el transcurso de la vida, muchas de las cosas que tenemos, pocas veces llegan en el momento en que las deseábamos y otras menos, como las queríamos.

Sin embargo, cuando las cosas no salen ni como las esperamos y mucho menos en el tiempo que las queríamos, es una oportunidad extraordinaria para sacar provecho de la situación a nuestro favor.

De los eventos desafortunados podemos hacer oportunidades para dejar volar la creatividad y nuestro máximo potencial, la búsqueda de soluciones que no hubiéramos imaginado, el descubrimiento de habilidades de las que no nos habíamos percatado, conocer gente importante que quizás marcará de manera positiva nuestra vida, el voltear hacia otros lados, otras posibilidades.

Pero esto no se logra solo, es cuestión de comenzar a no permitirnos permanecer en un mal pensamiento cuando las cosas no nos van bien, dice un magnífico pensador espiritual que “nosotros tenemos el poder de hacer de nuestros pensamientos la sabiduría o la locura”.

Y en efecto, transformar nuestros pensamientos es la máxima tarea de los seres humanos pues de ello depende mantenernos sanos, plenos y felices.

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