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La Polémica | Toluca se tiñe de rojo
El programa Hoy No Circula se convirtió en los últimos días en tema de debate ciudadano y motivo de marchas en contra del gobernador de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, por modificar bajo su libre albedrío el calendario semanal de “descansar” ocho días a vehículos al mes, con más de 15 años, por los altos índices contaminantes en la Megalópolis.
La irritación popular en el Distrito Federal y el Estado de México fue de forma inmediata y con la primera manifestación en la Ciudad de México contra esta disposición; el gobernador capitalino, Mancera, dobló a medias las manos.
Es decir, en vez de “castigar” los cuatro sábados a los dueños de autos “viejos”, sólo serán dos, pero con la exigencia de que pasen los estándares de calidad en los verificentros, lo que es casi imposible y usted sabe los motivos.
Miguel Ángel Mancera, Eruviel Ávila Villegas -por cierto, no estuvo en la reunión cuando se dio a conocer esta disposición- y los gobernadores de Puebla, Hidalgo y Morelos, manifestaron estar “preocupados” por la contaminación del medio ambiente.
Sin embargo, sólo cumplen con el escenario, el show, el engaño público, sin siquiera cumplir con los objetivos y usted, amigo lector, me puede dar la razón o no.
Si realmente Miguel Ángel Mancera y Eruviel Ávila Villegas quieren disminuir los índices de contaminación en el Valle de México, que terminen con los llamados “brincos”; es decir, el pago extraoficial que se hace en los verificentros del Distrito Federal y de los municipios conurbados, para que los dueños de vehículos puedan pasar sin mayor problema, aunque contaminen.
Desde que Manuel Camacho Solís, implementó el programa de verificentros, estos se convirtieron en jugosos negocios para políticos ligados al PRI y, posteriormente, al PRD, ya que deja millones de ganancias a los concesionarios.
En el Estado de México, fueron empresarios-políticos del PRI los que se hicieron del control de los verificentros, pero no para cumplir con los estándares de calidad del aire, sino para llenarse los bolsillos de dinero y “salpicar” a funcionarios del gobierno del Estado de México.
En nuestra entidad hay 93 centros de verificación, sólo le recuerdo un caso que se hizo público en el establecimiento 949 de Naucalpan.
“Llevé mi carro a verificar el día de ayer al Verificentro 949 ubicado en San Miguel Tecamachalco. Para comenzar, el letrero dice holograma «0» $312 y te cobran $314 pero el recibo dice $312. Segundo paso, mi auto lo rodaron como 3 veces, se tardó como 15 minutos el chico, según, en hacerle la prueba. Después esperé me dieran mi holograma y sale el tipo diciendo que no pasó. Tiene 15 días que lo afinaron, el modelo de mi auto es 2007 y siempre ha pasado a la primera, la afinación se le hace cada 6 meses y es la afinación mayor. Me dijo que porque tal vez ni le hicieron la afinación, eran como las 122”.
“Llamé para reclamar a quienes le hicieron la afinación al auto, vinieron, lo checaron y me dijeron que estaba perfecto, así que nuevamente volví al Verificentro 949, como a las 5:00 PM estaba de nuevo ahí. El tipo que cobra me dijo que tenía que volver a pagar los $314 pesos, le dije que sería con tarjeta y me dijo que no, sólo efectivo recibía, como nunca me lo habían rechazado dudé pero lo pagué, no me dio recibo, se salió y se fue. En seguida pasó mi auto, lo rodaron sólo una vez y ni cinco minutos y salió, después salió el tipo y le puso el holograma. Después les pedí mis tickets de mis pagos y me dio dos que decían cancelado y que ni coincidían con las horas en que lo había pagado”.
Como estos casos hay miles. Automovilistas que se afanan por cumplir con la afinación se frustran cuando llegan a los verificentros mexiquenses y les dicen “tu auto no pasó” o te ponen otros pretextos para que pagues doble o, de plano, le entres con el famoso “brinco” para que el auto no sea rechazado.
Esta práctica es común en el Estado de México y el Distrito Federal; por ello, vemos en las carreteras camiones, taxis, autobuses y autos contaminando, porque cumplieron con pagar sus 100 pesos para “el brinco” sin preocuparse en afinar sus motores.
Es decir, los verificentros son un negocio más de los políticos que se mantienen en el poder ligados con empresarios para exprimir los bolsillos de los automovilistas, sin preocuparse con los estándares de la calidad del aire.
Así que si Miguel Ángel Mancera y Eruviel Ávila Villegas quieren una mejor calidad del aire, deben acabar con la corrupción que existe en sus verificentros.
PARA EL ARCHIVO…
En México se producen anualmente alrededor de 9 mil 300 muertes por causas asociadas con la contaminación del aire, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Adicionalmente, nuestro país no cuenta con combustibles limpios, especialmente con Diesel de Ultra Bajo Azufre (UBA), pese a que la Norma 086 obliga a Petróleos Mexicanos (Pemex) a introducir este combustible desde febrero de 2009 en todo el territorio, lo que provoca una mayor emisión de partículas suspendidas dañinas para la salud.
Además, la Ley de Calidad del Aire y Protección a la Atmósfera está “congelada” en la Cámara de Diputados de San Lázaro, a pesar de que ya fue aprobada por la Cámara de Senadores.
Debido a que, desde 2009, el deterioro de la calidad del aire en México representa el mayor costo ambiental, aprobar una ley que gestione y disminuya los impactos económicos, ambientales y de salud es de suma relevancia. Así lo considera el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (Cemda). La degradación ambiental por mala calidad del aire representa el 7 por ciento del PIB del país, es decir, 532 mil 679 millones de pesos al año, aproximadamente.
Por otra parte, de acuerdo con una publicación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en lo relativo a los costos ambientales de la contaminación del aire originada por el transporte, ha existido un avance en la mayoría de las naciones que la integran. No obstante, otros países, entre los que se encuentra México, han tenido un retroceso.
“Muchos de los esfuerzos por mejorar el aire que respiramos son competencia local, por lo que una legislación que permita alinear y dirigir la política de mediano y largo plazo es indispensable”, señaló Gabriela Niño, coordinadora de Política Pública del Cemda.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), cerca de 38 mil personas murieron entre 2001 y 2005 por cáncer de pulmón, enfermedades cardiopulmonares e infecciones respiratorias relacionados con la exposición a la contaminación atmosférica.