Balazos en el pie
Cuando se habla de compartir en pareja, suele haber diferentes puntos de vista, pero el que más me llama la atención es el que se refiere a las diferencias entre hombres y mujeres, porque estamos acostumbrados a que los hombres “tienen” que compartir más hacia las mujeres que las mujeres hacia los hombres, sobre todo si se habla de cosas materiales. Sí, ya sé que pensarás: “son cuestiones culturales”, pero entonces ¿por qué peleamos equidad de género en el trabajo, en el crecimiento profesional, en la libertad para divertirse, etc., y no buscamos también propiciar esa equidad en compartir y dar a la pareja?, pero mejor aún ¿por qué no reflexionamos acerca del significado que tiene el compartir pensando en nuestra pareja como un compañero?
De esta manera comienzo por el significado de “compartir”, para ello elegí una explicación extraordinaria que aporta, o más bien “comparte” el Dr. José Enrique Gargallo, especialista en Filología Romántica, quien sustenta que la definición de “compartir” tiene su origen en algo tan esencial como “compartir el pan”.
Por otro lado, la palabra “compañero”, derivado del antiguo dialectal ‘compañía’, procedente del latín vulgar COMPAÑÍA, derivado de PANIS ‘pan’, en el sentido de ‘acción de comer de un mismo pan’ (Coromines s/f). Si observamos, ambas palabras “comparten” su origen, justo así es el sentido de “compartir en pareja”.
Veámoslo de otra forma, el significado de “compartir”, sugiere el Dr. Gargallo, debiera ser tan claro como transparente suena y más que buscar su significado habrá entonces que pensar qué es lo que se puede compartir.
En consecuencia, en pareja se pueden compartir cosas materiales como el alimento, un espacio, los recursos, etc., pero también se pueden compartir cosas inmateriales como las emociones, los sentimientos y el valor de nuestros comportamientos, acciones e intenciones.
Por tanto, cuando se tiene a una pareja significa que se cuenta con el privilegio de tener un compañero, una persona con la que sí se ha elegido compartir algo tan sustantivo como el pan, el resto de las cosas materiales o inmateriales que tenemos y somos tendrían que estar ahí, justo al alcance de cualquiera de los dos para su disfrute, sin detenerse a pensar o a contabilizar quién tiene más o quién tiene menos.
Ojalá que esta reflexión te permita disfrutar más el compartir con tu pareja.
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