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MÉXICO, D.F., 16 de agosto de 2014.- La actividad sísmica en la República Mexicana no descansa, y en las últimas 72 horas un total de 68 sismos han estremecido algunas de las regiones del país que forman parte del denominado Cinturón de Fuego, destaca información proporcionada por el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
El último de ellos se registró apenas la mañana de este sábado, cerca de las 4:37 horas y su epicentro fue ubicado 21 kilómetros al noroeste del municipio oaxaqueño de Unión Hidalgo. De acuerdo con los especialistas del Sismológico, su magnitud fue de 3.8 grados en la escala de Richter.
Los fenómenos se concentran en 10 estados de la República, casi todos de la costa del Pacífico, con la única excepción de Veracruz, en donde se registró un sismo de baja intensidad apenas el viernes pasado a la 1:26 horas.
Sin embargo, el 75 por ciento de los movimientos telúricos de las 72 últimas horas se concentra en solamente en tres entidades: Oaxaca, Chiapas y Guerrero, tres de los estados más pobres del país, en cuyos territorios se han dejado sentir un total de 54 movimientos de tierra.
Hasta ahora, los temblores han sido, en su mayor parte, de baja intensidad, inferiores a los 4 grados en la escala de Richter, y no se han sentido más allá de unos 300 kilómetros en torno a su epicentro, pero otros han llegado a cimbrar el subsuelo de la capital de la República.
Siete de esos movimientos de tierra, sin embargo, han superado la escala de los cuatro grados y han sido considerados de mediana intensidad. El mayor de ellos alcanzó la escala de los 4.6 grados Richter y causó temor entre la población de diversos puntos de la República, la capital entre ellos, debido a que los movimientos generaron la sensación de que el sismo habría superado la escala de cinco grados.
El epicentro de ese temblor que el jueves cimbró hasta la Ciudad de México fue ubicado 91 kilómetros al sudoeste del municipio de Pijijiapan, en el estado de Chiapas y se registró a una profundidad de 17 metros bajo la superficie terrestre.
En ninguno de los casos se han registrados daños materiales ni humanos, pero las autoridades de Protección Civil de la República deben estar atentas, pues algunos científicos advierten que la intensa actividad sísmica de los últimos meses podrían ser el umbral de megasismos que podrían golpear zonas de México, así como de Estados Unidos, Indonesia, Japón y Chile.