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TOLUCA, Edomex., 10 de febrero de 2015.- Es una tragedia que en el Estado de México, 574 mil mexiquenses de entre 6 y 17 años no estén en algún pupitre de nivel primaria, secundaria o preparatoria, ya que ese estatus educativo no les permitirá superar su nivel de vida y muy probablemente los anclará a una situación de pobreza, y en el corto plazo podría catapultarlos a las filas de desempleo.
Lo anterior fue sostenido por Jorge Arzate Salgado, profesor de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) e investigador del Centro Nacional de Investigadores nivel II, quien aseguró que los programas sociales implementados por el gobierno estatal y federal no sacarán de la pobreza a los mexiquenses y mexicanos en general, porque la política social no está municipalizada, regionalizada e implementada por profesionales (pedagogos y trabajadores sociales) que apliquen de forma correcta los programas educativos y den seguimiento a la aplicación de los recursos en especie y económicos.
En el marco de la conferencia magistral “Vulnerabilidad social y educativa. La necesidad de una política de una política social desde lo local”, organizada por la Contraloría del Poder Legislativo local, Arzate Salgado sostuvo que países como Brasil y Argentina han tenido algunos éxitos en sus políticas sociales de corte educativo, a partir de que su personal humano (pedagogo) se involucra a fondo con los jóvenes y da seguimiento a su trayectoria académica; es decir, el gobierno no sólo se ocupa de otorgarles becas como se ha realizado en los últimos años en México.
Sobre esto último, el catedrático explicó que para resolver el problema educativo en el territorio estatal y nacional, no sólo se requiere de estar otorgando millones de becas, pues si de eso se tratara muy probablemente ya se habría acabado la deserción escolar porque los gobiernos sí apoyan en alguna medida a los jóvenes, pero no se ocupan de darle seguimiento a los becados.
En este sentido, el coautor (junto con Castillo Fernández Dídimo) del libro “Desigualdades sociales, pobreza y políticas públicas”, apuntó que en el Estado de México y país en general, no hay pedagogos especializados y preparados para impulsar y dar seguimiento a miles de jóvenes que por una u otra circunstancia no están estudiando, por lo que una de las primeras acciones tiene que estar dirigida a la creación de este tipo de perfiles de docentes-especializados.
Durante la exposición que calificó como un ejercicio crítico de los programas sociales de lucha contra la pobreza, sostuvo que no es fácil tratar de escolarizar a 61 mil niños en el Estado de México que deberían estar en la primaria; 92 mil en secundaria y 420 mil en preparatoria.
Asimismo, recordó que si a nivel nacional se sumaran todos los joveness que no asisten a la escuela, la cifra llegaría a 4.5 millones, lo que representa toda la población de Nueva Zelanda, “es un dato terrible”, dijo.
Por último, el profesor mencionó que la literatura sobre como mejorar la calidad educativa y evitar la deserción, es muy amplia, y entre algunas de sus propuestas están acciones tan sencillas como dotar al estudiante de un espacio adecuado para que haga la tarea; suministrarle una buena alimentación y propiciar que un buen maestro se ocupe de aquellos alumnos que tienen un bajo desempeño, entre otras soluciones.