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TOLUCA, Edomex, 26 de junio de 2015.- Procurar una participación más equitativa y justa en las labores domésticas entre mujeres y hombres, es un aspecto indispensable y eje fundamental en la concepción de una nueva masculinidad, en la que los varones no sólo deben responsabilizarse de más tareas en casa, sino también renunciar a la violencia y privilegios asignados a nivel social y cultural, indicó el investigador Jacobo Cuéllar Ocampo.
Lo anterior, dijo, debido a que cuando el hombre participa en el trabajo doméstico, todavía hay cierta nostalgia masculina por la pérdida de ventajas, lo cual impide generar la equidad de género que requiere la sociedad.
De igual manera, expresó que ante las transformaciones sociales y aunque muchos manifiestan cambios de actitud con su pareja, aún falta por hacer para generar un bienestar hacia ella, lo cual se puede lograr con la colaboración del varón en el hogar y la crianza de los hijos.
Mencionó que datos de la Encuesta sobre ocupación del tiempo libre de 2009, reflejan gran disparidad, ya que si la mujer es jefa del hogar, dedica en promedio 38 horas a la semana para los quehaceres domésticos, mientras que el hombre sólo destina tres. En tanto, en los hogares formados por un hombre y una mujer, ellas dedican 53 horas semanales en promedio y los hombres 22.
Por último, llamó a descartar la masculinidad hegemónica como sistema de creencias e ideas aprendidas que rechazan toda característica femenina y con ello, hacer que los hombres ayuden en el hogar para hacer más equitativa la carga de trabajo, ya que por lo general, la esposa debe realizar doble jornada, pues al concluir su tiempo laboral remunerado, tiene que dedicar al menos cuatro horas a la casa y al cuidado de los hijos.