Balazos en el pie
El domingo 6 de abril atrasamos los relojes una hora, por terminar el horario de verano. Nos han dicho que de 2009 a 2014 nos hemos ahorrado la producción de 1000 a 1300 Gigavatios-hora anuales, con el consiguiente ahorro en combustibles y contaminación.
Nos dicen que en el año 2013 se ahorraron 1224 Gigavatios-hora, pero falta la estimación de la incertidumbre en este valor.
Para 2014 nos dicen 1116 Gigavatios-hora, pero si dividimos la energía ahorrada entre la energía producida se encuentran cocientes que van de 4 a 5 milésimos. No vale la pena molestar a la población por ahorro tan pequeño, inferior a las fluctuaciones en el consumo de energía. Para creer su estimación se requieren los datos en que se basaron para calcular este “ahorro” energético.
La versión oficial dice: “El Fideicomiso para el Ahorro de Energía Eléctrica (FIDE) informó que la aplicación del Cambio de Horario de Verano en el país durante 2013, permitió un ahorro en el consumo de energía eléctrica de mil 224 gigavatios hora (Gvh), lo que representa un incremento de 18 por ciento con respecto al ahorro en consumo del 2012, y una demanda evitada de 720 megavatios (MV)”.
Esta frase implica que su estimación tiene una precisión del 1%, muy inferior a las variaciones en la producción. Además, 720 MV por 8760 horas en un año, dan 6 307 GVh; valor muy superior al supuesto ahorro. Nos dicen que equivale al consumo anual del estado de Nayarit, pero no nos dicen que constituye 4.7 milésimos del consumo total de México.
Dado que no se puede medir este ahorro, implica que son estimaciones hechas sin que nos digan cómo fueron estimadas. Las estimaciones hechas en y para Estados Unidos son contradictorias, van de valores parecidos a las hechas en México a cero.
El horario de verano aprovecha que la duración del día es mayor en verano que en invierno. En el Ecuador el cambio es mínimo y en los polos el día dura 6 meses. Para países situados arriba del Trópico de Cáncer, el cambio en la duración del día es espectacular, para México no lo es.
Quizá para los estados norteños, donde el sol jamás pasa por el cenit, pudiera haber una pequeña reducción en el consumo. Dado que Sonora no aplica el horario de verano, comparando su consumo mensual con el de Chihuahua, podrían convencernos de qué sirve el horario de verano.
En todo caso, es perder el tiempo tratar de ver una reducción en el recibo de la luz de las casas, no se nota ningún cambio. Aunque hay quienes resienten en su salud los efectos del horario de verano.