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CHALCO, Edomex., 12 de noviembre de 2014.- A raíz de que el procurador del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, reconoció que cuatro personas localizadas en una fosa clandestina en Iguala, Guerrero, eran del municipio de Chalco, se pudo localizar a sus familiares que establecieron que la última vez que se tuvo contacto con ellas fue cuando fueron detenidos por la Policía Municipal de aquella demarcación, esto cuando regresaban del funeral de un familiar.
Pero esas personas no fueron las únicas víctimas mexiquenses que presuntamente fueron asesinadas por la Policía Municipal de Iguala, ya que también murió una mujer originaria del pueblo de San José Texopa, Texcoco, que supuestamente viajaba en un taxi cuando acribillaron a los normalistas en el momento en que circulaban en un autobús, el pasado 26 de septiembre.
Sus familiares indicaron que ella iba en un autobús que habían tomado los estudiantes y no en un taxi, como se informó al principio, pero su familia decidió «no mover más el asunto ni exigir indemnización y justicia» por los riesgos que hay en Iguala con las mismas autoridades estatales y federales.
El cuerpo de la mujer, cuyo nombre no fue revelado, fue traslado por sus familiares desde Iguala hasta Texcoco, sin que recibieran apoyo del Gobierno Federal, Estatal o Municipal: «La familia absorbió todos los gastos, no tuvieron ningún tipo de ayuda y por lo mismo ya ni quisieron mover nada del tema».
El sepelio de la mujer texocana se realizó el 30 de septiembre en el pueblo de San José Texopa, de una manera discreta, porque se temía una represión en contra de la familia.