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TOLUCA, Edomex., 3 de julio de 2014.- La incursión de niños y adolescentes mexiquenses a los Estados Unidos, en la mayoría de los casos, es patrocinada por sus padres que hacen todo lo posible para juntar a la familia y pagan por ese “servicio” a traficantes de personas o les mandan dinero para que de manera solitaria emprendan la aventura.
De acuerdo a Juan Gabino González Becerril, maestro en Estudios de Población y miembro del Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), el riesgo para los niños emigrantes mexiquenses, mexicanos y centroamericanos en general es altísimo, pues en su trayecto están expuestos a los operadores de bandas del crimen organizado y atropellos a sus derechos humanos por parte de las autoridades mexicanas y estadounidenses.
El catedrático de la Máxima Casa de Estudios de la entidad mexiquense, Gabino González, compartió las afirmaciones que algunos de sus colegas han estado señalando al decir que la migración infantil está desencadenando una severa crisis social en Estados Unidos y México, ya que miles de familias están siendo separadas por una política que no tiene visión de futuro y actúa atendiendo intereses económicos.
Recordó que el Centro de Investigación, a partir de algunos estudios y análisis, está en la posibilidad de señalar que viajan solos, aproximadamente, el 30 por ciento de los emigrantes menores de edad que tienen como destino la frontera norte de México.
Asimismo, refirió que cuando por una u otra circunstancia los menores no pueden encontrarse con sus padres o familiares y son deportados, el problema se agrava porque se encuentran solos deambulando en las calles de la frontera mexicana.
En este sentido, González Becerril lamentó que las autoridades mexiquenses y mexicanas en general, no cuenten con una política que permita apoyar a los niños y menores de edad para garantizar que regresen con sus seres queridos en territorio mexiquense.
“La política del gobierno es no tener una política para atender la migración nacional e internacional”, reprochó al recordar que de acuerdo a datos oficiales durante los últimos meses la deportación de menores de edad fue de 52 mil personas.
Por último, puntualizó que ante la incapacidad de la autoridad para poder atender la problemática que afecta a los niños migrantes, organizaciones no gubernamentales de corte religioso, principalmente, han tenido que intervenir de forma contundente para asistir a los niños que quedan en el desamparo al no poder cruzar con éxito o ser deportados por la firme y contundente política antimigratoria que practican los Estados Unidos.