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TENANCINGO, Méx., 4 de noviembre de 2015.- El proceso de exhumación del cuerpo de Julio César Mondragón Fontes, estudiante de la Escuela Normal «Raúl Isidro Burgos» de Ayotzinapa, Guerrero, es realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) y auxiliado por funcionarios de la Procuraduría General de la República, personal del Poder Judicial del Estado de México, elementos de la Policía Federal y Estatal, estos últimos resguardan el perímetro del panteón ubicado en la comunidad San Miguel Tecomatlan.
«Julio César Mondragón Fontes fue torturado y ejecutado extrajudicialmente el 26 de septiembre de 2014. Al día de hoy se desconoce quienes son sus victimarios y porque hubo tanta saña en su contra», precisa un comunicado difundido por familiares y amigos de Julio que en estos momentos atestiguan el proceso de exhumación.
El reporte que la familia elaboro para dar a conocer a la opinión pública todo el proceso jurídico y administrativo que han tenido que realizar para llegar a este momento, también precisa:
«El cuerpo de Julio César fue encontrado por militares el 27 de septiembre de 2014. Ellos fueron quienes dieron aviso al Ministerio Público en Iguala, Guerreo, e incluso estuvieron presentes durante la diligencia de levantamiento de cadáver. La autopsia realizada en Iguala se hizo sin profesionalismo ni rigor alguno, concluye que el rostro de Julio fue arrancado por fauna del lugar. Las autoridades del Estado de Guerrero hicieron caso omiso de las claras señales de tortura que presentaba su cuerpo», señala parte del comunicado que amigos de Julio entregaron a representante de medios de comunicación destacados en el lugar.
Es de destacar que los familiares de Julio, madre y esposa, precisan que el proceso es sumamente doloroso pero están dispuestos a enfrentarlo con el objetivo de que se sepa verdaderamente las circunstancias y causas del por qué le fue arrebatada la vida con tal sala.
En este sentido, la exhumación estaría descartando o confirmando la hipótesis de los familiares que han advertido que Julio fue torturado y asesinado.
«El 26 de febrero la PGR anunció con bombo y platillo la detención del supuesto homicida de Julio, un asesino solitario. Con ello pretendía dar carpetazo al asunto, dar la impresión ante la opinión pública de que el asunto estaba resuelto, sin embargo, al presunto responsable lo exoneraron por ese cargo un mes después», precisa el documento difundido por los familiares.
En la exhumación participan alrededor de 30 peritos y funcionarios públicos.
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