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MÉXICO, D.F., 10 de junio de 2014.- Proyectado para funcionar en la Línea 12, el Centro de Transferencia Modal (Cetram) Periférico Oriente está semiabandonado.
Sus cuatro bahías para transporte público y su plaza comercial con 62 locales prácticamente están vacíos y sólo funcionan ocho establecimientos, señala Reforma.
Esta infraestructura tuvo un costo de unos 200 millones de pesos del dinero de los mexicanos y fue complementaria al proyecto de la Línea Dorada.
La construcción comenzó en diciembre de 2011 y fue inaugurado hasta enero de 2014, luego de que la Línea 12 ya llevaba 14 meses de operación, y ahora no hay servicio del Metro, pues se ubica en el tramo que permanece cerrado desde el 12 de marzo.
Originalmente, el paradero tenía la meta de reorganizar a las rutas de transporte del Periférico Oriente y sus inmediaciones, además de convertirse en un centro alimentador de la Línea Dorada que atrajera a unos 10 mil usuarios diarios.
Se construyó una plaza comercial formal para reubicar a los ambulantes de la zona, sin embargo, actualmente en el paradero ocurre todo lo contrario.
No existen rutas de transporte concesionado y solamente operan las de RTP; la empresa Grupo Metropolitano de Transporte sólo lo utiliza como punto de paso.
La mayoría de las bahías de este Cetram están desiertas, pues los microbuseros no las utilizan, ya que prefieren seguir haciendo base en la Avenida Tláhuac.
«Allá no se paran ni las moscas, es mejor recoger al pasaje aquí en la calle», consideró Octavio Salas, operador de la Ruta 14.
Los locatarios que aún continúan utilizando la plaza aseguraron que están al borde de la quiebra, ya que no hay clientes, lo que se recrudeció a partir del 12 de marzo cuando la Línea 12 fue cerrada al servicio.
«De por sí comenzamos bien lentos, porque como no había rutas de transporte, pues no llegaban las personas, luego de seis meses como que ya iba agarrando fuerza y fue cuando cerraron el Metro y otra vez para abajo», contó Lucía, una de las vendedoras.