Libros de ayer y hoy
A sólo unos días de que se realice la contienda por la dirigencia municipal de Toluca, el Partido Acción Nacional se ha sumergido en una guerra de dimes y diretes que lo alejan de la unidad necesaria para convertirse en un partido opositor sólido, lo cual, lo pondría en la carrera de competir de manera fuerte por la capital del Estado de México.
El hecho de tener sólo dos contendientes por el cargo dejaba entrever una disputa de altura entre los grupos tradicionales y la nueva camada de panistas jóvenes que buscaron acuerdos con grupos que tradicionalmente no tienen representación en la ciudad.
Sin embargo, han entrado en un terreno peligroso que pone en duda la solidez y la capacidad de los actores que se involucran, dejando de lado los principios básicos de su partido para dar paso a la bajeza y la lucha del poder por el poder.
Si bien los dos grupos han aclarado que no son partícipes de la propaganda negra que se suscitó en las redes sociales, tampoco dieron muestras de unidad para enfrentar a un posible tercero en discordia, que los está enfrentando por medios virtuales, en donde los ataques se ven muy reales.
Por parte del grupo de Genaro Martínez, la síndico del Ayuntamiento Toluqueño, Rocío Pedraza Ballesteros, aclaró que los panistas están acostumbrados a un debate fuerte y claro pero de frente no escudándose en el anonimato, mientras que por parte de Carlos Romero, Mauricio Aguirre manifiesta en las redes sociales que a pesar de los factores externos hay unidad en el PAN. Sin embargo, al siguiente día el enfrentamiento se recrudeció con ataques entre estos personajes, sumando a la lucha a otros panistas.
El respeto a la dignidad humana quedó en el aire cuando apareció en las redes sociales un montaje de fotos titulado “El Sindicato del PAN”, en el cual se hace una sátira de ciertos líderes panistas con líderes de sindicatos. Gente como Armando Enríquez, Juan Carlos Núñez Armas, Oscar González Moran, Mónica Fragoso y Gerardo Pliego fueron señalados como los acaparadores de las candidaturas de Acción Nacional, mientras que, el hasta ahora líder municipal, Orlando Goujon aparece en fotos comprometedoras que lo ubican en la masonería.
Con esta guerra, además de perder el PAN en Toluca, pierden los ciudadanos, quienes al no tener un partido de oposición fuerte que le dé un vuelco al trabajo en la capital mexiquense, se quedarán sin opciones para remover al PRI de la presidencia municipal, en donde, sobra decir, Martha Hilda González Calderón ha dejado mucho que desear.
Los panistas no entendieron que La Mayoría Silenciosa demanda un partido fuerte, que compita de manera real para fortalecer la democracia; se ha perdido un año y se pueden perder dos más porque los panistas hasta ahora lucen desunidos, basta ver el cabildo y el partido para darse cuenta del tamaño del problema.
Pero si las cosas no llegan a mayores, la próxima semana el PAN amanece con un nuevo líder municipal que será el encargado de llevar a cabo la operación cicatriz y lograr la unidad que no pudo Orlando Goujon.
En caso contrario, las oportunidades de los ciudadanos para lograr más opciones en la contienda será que Morena obtenga su registro y ofrezca un candidato que despierte simpatías, con autoridad moral y buena preparación.
La otra es que los candidatos ciudadanos tienen abierta la puerta para competir por los puestos de elección popular; hasta ahora no se asoma ningún valiente con la ganas de enfrentar los poderes fácticos de los partidos, muchos menos de invertir su dinero en una lucha que hasta ahora parece desigual.