Balazos en el pie
A pesar de que el conflicto de los trabajadores del Congreso del Estado de México lleva más de un año, hasta ahora el líder del Suteym, Jorge Omar Velázquez Ruiz, se dio a la tarea de buscar al presidente de la Junta de Coordinación Aarón Urbina Bedolla, supuestamente para defender los derechos de los sindicalizados.
Pero la realidad no puede ser tapada con un boletín de prensa, la verdad es que al ver el crecimiento del conflicto de una manera exponencial y las amenazas de los trabajadores para manifestarse han empezado a hacer eco en las esferas políticas y sociales, no tuvo más remedio que agarrar al toro por los cuernos o, mínimo, simular que lo hace.
De acuerdo con reportes de las personas despedidas, hay en la lista cerca de 300 personas sindicalizadas que han sido despedidas por el Congreso, muchas de ellas, incluso, a un par de años de obtener su jubilación y no hizo caso de ello.
Su ‘ejercicio sindical firme, cercano y de diálogo’ queda en entredicho porque no representa los intereses de los trabajadores sindicalizados, más bien representa los intereses del gobierno a quienes les allana su labor, iniciativas y finanzas.
Los trabajadores del Poder Legislativo tuvieron que rascarse con sus propias manos mientras el líder sindical se pasea por todos lados, menos en donde se le necesita. Su anuncio de poner un alto a los despidos legislativos llega demasiado tarde.
Señalar que no habrá más despidos de sindicalizados sólo es demagógico y protagonista, porque 300 familias no tienen recursos económicos para solventar las necesidades más apremiantes de su hogar, mientras él no apareció para defender a los trabajadores cuando más lo necesitaban.
Tal parece que la negociación es sindicalizar a más de 70 personas, cuando lo más razonable es defender esas mismas plazas para los despedidos, algunos de ellos incluso están peleando en tribunales la restitución de su puesto.
La Mayoría Silenciosa no se come el cuento de que Jorge Omar Velázquez defiende a los trabajadores, más bien ayuda al gobierno para frenar las crecientes protestas de los trabajadores, si quiere levantar la voz y quedar bien con los trabajadores que recupere las 300 fuentes de empleo y sume 70 más de los 500 despedidos que no estaban sindicalizados.
Revisar caso por caso que el personal despedido haya sido liquidado al cien por ciento es irrisorio, lo naturales es verificar las causas por las que fueron despedidos y ver si fue con causa justificada y conforme a derecho.
Pero no es la primera vez que Velázquez Ruiz allana el camino al gobierno, La Mayoría Silenciosa no olvida que hace unos años se escondió ante el aumento a las cuotas del Issemym, no estuvo para defender los derechos de los trabajadores a los que ahora se dice que representa en un ejercicio sindical firme.
Junto con el Sindicato de Maestros al Servicio del Estado de México pudo haber generado un frente para frenar el aumento a todas luces excesivo. Es más al no cumplirse con las mejoras prometidas puede exigir mínimo un buen servicio.
Esperemos que el próximo año no aparezca en las boletas como candidato a un puesto de elección popular, porque eso evidenciaría el premio por su servilismo al Poder Ejecutivo. Pero en caso de ser así, La Mayoría Silenciosa debe tomar en cuenta el valor de su voto por este líder sindical.