Balazos en el pie
Alguien lo tenía que decir
Por Nicolás Gochy
Este miércoles, al igual que los demás ayuntamientos de la entidad; la administración que encabeza Martha Hilda González, promulgó el bando municipal de gobierno, con las adecuaciones correspondientes para este año, donde se contempla, el ordenamiento y que en teoría, y sólo en teoría, tendría que ser mucho mejor que el del año pasado.
Lo cierto es que este documento legal con sus 107 artículos, dado a conocer este cinco de febrero, deja mucho que desear y de primera lectura, parece ser un mal catálogo lleno de buenas intenciones y malas acciones.
Y es que es sorprendente la intencionalidad del ayuntamiento de la capital mexiquense, municipio por cierto ampliamente publicitado como perteneciente a la asociación internacional de municipios educadores, como uno de doble moral, por un lado castiga a los que pretenden demostrar su nueva cultura y por el otro flexibiliza las sanciones para quienes actúan en contra de la sociedad en su conjunto.
En un apretado resumen, me gustaría poner en la mesa unas cuantas consideraciones al respecto; en el artículo 76, en varias fracciones se destaca la reducción del horario para los establecimientos que expenden bebidas alcohólicas con respecto al año pasado, además los obliga a que adquieran aparatos como los alcoholímetros para sus clientes y se les instruirá para que coloquen siete leyendas publicitarias mal redactadas y pesimamente ideadas, como disuasivos de conductas ilegales.
Esto, lejos de sancionar conductas erróneas de la sociedad, sólo está dando al traste a los inversionistas que han optado por giros como los restaurantes, bares o aquellos donde se expendan bebidas embriagantes, pues ahora, el delito parece ser el comercializar estas bebidas o prestar estos servicios, las sanciones para los empresarios que incurran en faltas al ordenamiento van desde la clausura temporal o definitiva, hasta con 70 días de salario mínimo de multa.
Pero por absurdo que parezca el artículo 87 que habla de las infracciones a las disposiciones del orden público, señala que el ejercer la prostitución, el escandalizar en la vía publica o en un domicilio particular, o el revender boletos de eventos públicos, se sancionarán con arresto administrativo que irá desde las 6 hasta las 12 horas, en estos casos no hay sanción económica alguna.
Esto y desde mi muy particular punto de vista no es otra cosa que criminalizar las actividades productivas, esas que generan impuestos, pagan derechos, provocan derrama económica y dan trabajo y sustento a muchas familias, mientras, el municipio educador de Martha Hilda deja manga ancha a los proxenetas, los sexoservidores, los revendedores, y muchos más para que hagan lo que quieran de Toluca, al fin que solo serán detenidos cuando mucho por 12 horas.
Yo en todo mi ejercicio periodístico no he visto que, ni los que se dedican al sexo servicio o los revendedores dejen un solo peso de impuestos legales, a pero eso sí, dejan y mucho dinero en entres, moches, cochupos o corrupción o como quiera llamarle.
Como diría el sabio popular… qué bonito municipio educador, que bonito municipio educador.
SE ME OLVIDABA
El ayuntamiento de Toluca está “estrenando” comunicador, luego de más de un año que estuvo al frente Carlos Mota Galván, el pasado sábado entró al quite otro comunicador de nombre Lucio Ramírez.
Lo cierto es que tal y como están las cosas en el ayuntamiento toluqueño, todo hace saber que un simple cambio de nombre o de persona no bastará para mejorar lo que está en un franco declive, la comunicación es otra, las necesidades de la sociedad son muchas más, la forma en que se entera la gente y reclama también han cambiado sustancialmente.
Una cosa es comunicación social y otra es relaciones públicas, no sé cuál vaya a ser la que atienda el nuevo titular de esta oficina pero la sociedad toluqueña actual, requiere de mucho más en materia de información, de comunicación, de atención, si no, solo basta abrir un par de publicaciones en el Facebook de la alcaldesa o en el twitter para constatar la cantidad impresionante de personas que están en desacuerdo con su forma de gobernar.
Alguien acuñó la frase de que lo que la política no atiende, la comunicación no lo resuelve, y en tanto Martha Hilda no ponga a su equipo a trabajar como requiere “su municipio educador”, poco se podrá hacer con una comunicación sesgada y con la encomienda de tersar la relación con los medios.