Balazos en el pie
En muchos sitios y escritos nos encontramos con que don Pitágoras decía que el orden es el más hermoso ornamento de una casa, otros autores sostienen que mantener cierto grado de desorden o desequilibrio puede ser signo de creatividad, otros más aseguran que el no ser tan ordenado permite disfrutar más de la vida.
Esto del orden, dirían algunos, viene de un aprendizaje que se ha adquirido desde la infancia, y no están equivocados, puesto que desde pequeños los niños aprenden a poner o no las cosas en su lugar o en orden.
Así pues, hay otras personas que a lo largo de su vida han tenido que aprender, si no lo eran, a ser ordenados, al menos en algunas cosas la familia, el trabajo, la escuela, porque todo lleva un orden.
Por otro lado observemos que muchas de las cosas que utilizamos si no guardaran un orden se nos complicaría su uso, por ejemplo un diccionario lleva un orden alfabético, una agenda, un directorio, la nomenclatura de las calles para encontrar un domicilio (sí ya sé que pensaste en tu cuadra o en la mía, pero hay otros lugares en donde sí hay orden), y así podría mencionar un sinnúmero de cosas que sin un orden ni siquiera las puedo imaginar.
Pero el orden debe manejarse con orden, vayamos por partes, el orden en sí es un principio que nos permite a las personas conducirnos de la mejor manera por la vida, sin embargo el excesivo orden ya no permite esta libertad de movimiento, de hecho puede ser que se trate de un trastorno. Hay quienes tienen tal grado de fijación u obsesión por el orden que no descansa su mente un solo momento si no están acomodando todo, casi cualquier cosa que se mueva un ápice para ellos ya es un desorden y esto les puede ocasionar estados de ansiedad que deben ser tratados profesionalmente.
Pero entonces ¿ser ordenado no es sano?, por supuesto que lo es, siempre y cuando no interrumpa una convivencia armoniosa consigo mismo y con los demás.
Por lo que tener cierto orden con las cosas, por ejemplo con la documentación importante, con las herramientas, con los cosméticos, la bisutería (pulseras y aretes), con los trastos en la cocina, no se diga en el clóset, puede realmente hacernos ahorrar tiempo.
Y ya que hablamos de cierto orden, antes de despedirme quiero agregar que hay casos interesantes en los que tal vez nos podemos encontrar usted o yo, y es que podemos tener nuestra casa limpia y ordenada, pero a veces por alguna extraña razón tenemos un espacio, ya sea un cuarto o hasta un cajón que no nos explicamos por qué pero siempre está en un gran desorden, esto queridos lectores, puede obedecer a que algo dentro de nosotros requiere de ponerlo en orden, sí, una parte de nuestra vida no está arreglada o bien, está pasando por un momento difícil, ya que psicológicamente la interpretación de cómo tenemos nuestra casa es como un reflejo de nosotros mismos, así que, si usted tiene en desorden esa parte de su casa o ese cajón que siempre está lleno de cosas que por cierto, en mucho tiempo no ha utilizado, revise primero su propia vida, puede ser que si se da el tiempo de analizar esa o esas situaciones que tiene pendientes y se decide a arreglarlas, quizás un día se dé a la tarea de ordenar por completo su casa y sin darse cuenta, su vida también podrá estar en orden. Y tú tienes todo en orden?
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